Expertos destacan la necesidad de prepararse para afrontar las enfermedades emergentes, que "irán a más"

Actualizado: miércoles, 30 septiembre 2009 15:31

VALENCIA 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

Expertos en biología y parasitología destacaron hoy la necesidad de prepararse para poder afrentar las enfermedades emergentes que surgirán en España, como la enfermedad de Chagas, las producidas por el mosquito tigre o por el caracol manzana que ya se ha encontrado en el río Ebro, y que "irán a más" por el cambio climático y la globalización.

El jefe del departamento de Parasitología y Biología Animal de la Universitat de Valencia y asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la erradicación de las enfermedades parasitarias, Santiago Mas-Coma, realizó estas declaraciones durante la rueda de prensa de presentación del curso 'La problemática trasnacional de las enfermedades desatendidas y emergentes' que se imparte en la UIMP de Valencia hasta el próximo viernes y que coordina junto al catedrático de bioquímica y Biología Molecular de la Universitat de Valencia, Luis Franco.

Al respecto, lanzó un mensaje tranquilizador ya que destacó que España se ha visto "obligada" a estar preparada por ser uno de los primeros países que registró "un impacto migratorio", lo que le ha llevado a desarrollar "un esfuerzo enorme y muy rápido" para adecuar su sistema sanitario y hospitalario. Así, destacó el trabajo que se realiza desde Red de Investigación de Centros de Enfermedades Tropicales (RICET). "Las cosas están funcionando bien", dijo.

El también académico electo de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana advirtió de que el surgimiento en España de enfermedades emergentes "irán a más" como consecuencia de los cambios climáticos, de las modificaciones que introduce el hombre en el medio y de la mayor movilidad.

Así, citó como ejemplos que en España ha resurgido por la inmigración la enfermedad del Chagas, que estaba restringida al continente americano; las enfermedades que puede trasmitir el mosquito tigre, que antes no existía en España y que ha aparecido por el cambio climático y la globalización, al igual que el caracol manzano, detectado en el Ebro que es vector en la trasmisión de enfermedades, aunque todavía no se ha desarrollado el parásito. A ellas, se sumarán las enfermedades víricas de nuevo cuño, como la Gripe A, que "emergen de golpe y que son capaces de diseminarse a toda velocidad" y que todas tienen un origen animal que por una mutación acaban pasando al hombre.

Sin embargo, indicó que las enfermedades emergentes es un problema "global" ante al que hay que prepararse porque "aún no tenemos la suficiente capacidad de reacción". De hecho, recordó que antes de darse la noticia de la existencia de la gripe A ya había infectados en España y en Nueva Zelanda porque, al contrario de todos los pronóstico de la OMS, que siempre pensó que los nuevos virus de origen animal se expanderían desde Asia, se originó en México, en una de las mayores ciudades del mundo y con un aeropuerto internacional que fleta inmensos avisones cada segundo, lo que propició la rápida diseminación.

Con todo, sostuvo que "da gusto ver" cómo los organismos internacionales y nacionales de salud han aprobado financiaciones extraordinarias para investigación. Además, destacó que la industria farmacéutica se ha dado cuenta de que las enfermedades olvidadas tienen "mucha más importancia" de la que tenían y el reto ahora es cómo reducir las evaluación para que acortar el tiempo en el que un medicamento o vacuna está en el mercado.

PROBLEMA MUNDIAL

Por su parte, el presidente de la federación Mundial de Parasitologías y experto de la OMS, David Rollinson, incidió en que las enfermedades es "un problema mundial" porque "no vivimos aislados", aunque se dé de forma más acuciante en lo países en desarrollo" donde más que contar con una medicación el obstáculo es cómo distribuirlo y la falta de un sistema nacional de salud y de medidas higiénicas.

Por ello, reclamó una mayor concienciación social que empuje a los políticos a reconocer el problema, propuso incluso que se incluya en la agenda del G-20, y que "bajen al nivel práctico con un destino de fondos". Así, se preguntó qué va a pasar con estas enfermedades en una época de crisis económica.

En ese sentido, el catedrático Luis Franco apuntó que entre 2002 y 2007 la Agencia Europa del Medicamento aprobó 44 medicamentos huérfanos -aquellos que la industria farmacéutica no quiere asumir por su escasa rentabilidad económica-- y ninguno de ellos para enfermedades desatendidas, las que tienen un gran nivel de afectados pero que se dan en zonas subdesarrolladas que no pueden costearlos.

Además, de las 652 solicitudes de evaluación recibidas por la AEM desde su creación, ha aprobado el 98%, de las que sólo 6 para enfermedades desatendidas --dos para la Malaria y cuatro para la tuberculosis, y en una de las 11 que rechazó alegó abiertamente a que era un tratamiento para una enfermedad que sólo era endémica en África.

No obstante, evidenció que si de los tratamientos enfermedades que han traído los inmigrantes se beneficia el tercer mundo, también ocurre al revés y prueba de ello son los avances en cirugía de esófago logrados en Brasil para tratar las consecuencias del Chagas que se han asumido en Europa.