Expertos cuestionan que el cambio climático extienda la malaria

Mosquito De La Malaria
CDC
Actualizado: jueves, 20 mayo 2010 11:24

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Malaria Atlas Project (MAP) aseguran que el aumento de las temperaturas que conlleva el cambio climático no tiene porqué conllevar una mayor incidencia de la malaria, según un estudio publicado en 'Nature' cuyos resultados ponen en duda por tanto las investigaciones previas que apuntaban justo lo contrario.

Financiados por el Wellcome Trust, este grupo de expertos ya diseñó el año pasado un mapa de riesgo para examinar los efectos del calentamiento global en el desarrollo de esta enfermedad, que cada año provoca más de un millón de fallecimientos en todo el mundo, sobre todo de niños y mujeres embarazadas.

En esta ocasión, han comparado la situación actual con una reconstrucción histórica del primer pico de malaria, en torno al año 1900, examinando los diferentes riesgos que han acontecido desde entonces.

De este modo, y aunque la enfermedad ha dejado algunas zonas antes endémicas, como Estados Unidos y gran parte de Europa, los investigadores fueron capaces de determinar por primera vez el alcance de esta recesión y comprobar que en otras regiones, como las zonas tropicales, la intensidad de la enfermedad también ha decrecido en el último siglo.

La investigación fue dirigida por el doctor Pete Gething, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford (Reino Unido), que explica que precisamente esta menor intensidad es "importante cuando se piensa en los efectos del clima sobre el futuro de la enfermedad".

El equipo comparó el aumento de la malaria en zonas donde se prevé un calentamiento global con la disminución real del siglo XX, y aseguran que otras intervenciones como el uso de mosquiteros o fármacos antipalúdicos pueden ser diez veces "más eficaces" para contrarrestar el "efecto mucho más pequeño" que tendrá el aumento de las temperaturas.

Pese a todo, añade Simon Hay, que lidera el grupo MAP de Oxford, "la malaria sigue siendo un enorme problema de salud pública y la comunidad internacional tiene una oportunidad sin precedentes para aliviar esta carga con las intervenciones existentes", advirtiendo de que "cualquier fallo será muy difícil de atribuir al cambio climático".