MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores saben que el consumo de alcohol puede llevar a cambios estructurales y funcionales del cerebro, pero no han sido capaces de establecer la relación directa entre estos cambios y las funciones específicas cognoscitivas. Un nuevo estudio sobre la recuperación de memoria en ex alcohólicos ha encontrado que su actividad cerebral es inferior que en otras personas, en las áreas claves del cerebro, aún en ausencia de daño demostrable en la estructura cerebral. El estudio esta publicado en la edición de septiembre de 'Alcoholismo: Investigación Clínica y Experimental'.
Uno de los autores del estudio, el profesor asociado en el departamento de Neuropsiquiatría de la Universidad Keio en Japón, Motoichiro Kato, afirma que "incluso en el cerebro de un alcohólico algún daño cognoscitivo existe, aunque no haya evidentes cambios estructurales cerebrales". Al respecto, el profesor del departamento de psiquiatría y ciencia comportamental de la universidad de medicina de Stanford, Edith V. Sullivan, explica que "el daño en diferentes aspectos cognitivos, sensoriales o de motor puede provenir de alteraciones en los sistemas neuroquímicos, que es la que permite a la información ser llevada rápidamente y de manera eficiente entre regiones cerebrales".
Este déficit en la neurotransmision no es visible con resonancia magnética convencional, sin embargo, el doctor Kato usó otro método, la resonancia funcional magnética de imagen (fMRI), que es sensible a localizar cambios en el volumen de sangre cerebral cuando un individuo realiza una tarea cognoscitiva o de motor.
Los autores del estudio realizaron una "falsa tarea de reconocimiento", con un ejercicio de palabras en dos grupos compuestos por nueve personas cada uno. El primer grupo, formado por ocho hombres y una mujer, eran personas ex alcohólicas con una media de 40 meses de abstinencia; el segundo grupo, formado por siete hombres y dos mujeres, de similar edad y educación, formaban parte de una muestra aleatoria.
Tras ser explorados todos los participantes con el fMRI, los autores del estudio observaron que los resultados mostraban que la recuperación de memoria a largo plazo, inducida por el ejercicio, conducía a bajar la actividad cerebral en los lóbulos prefrontal, la corteza anterior y el tálamo, en los alcohólicos. Kato señala que este fenómeno es conocido como "lesiones latentes" o "patologías subclínica".
"Hasta el momento, se conoce que las lesiones cerebrales inducidas por el alcohol pueden causar cambios estructurales como la atrofia cerebral y el encogimiento. A la inversa, las lesiones latentes significan que se producen lesiones cerebrales pero que no se ven en un examen cerebral", explica. El estudio, por tanto demuestra que "las lesiones latentes pueden ocurrir sin daños evidentes, de modo que la gente siga bebiendo el alcohol sin notar el daño a su cerebro".