MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
El autismo afecta al funcionamiento de prácticamente todo el cerebro y no se limita a las áreas relacionadas con la interacción social, los comportamientos de comunicación y las habilidades de razonamiento como se pensaba, según las conclusiones de un estudio realizado por científicos de una red de investigación apoyada por el 'National Institutes of Health (NIH)' de Estados Unidos.
Gracias esta investigación --publicada en el número de agosto de 'Child Neuropsychhology'-- se descubrió que el autismo también afecta a una extensa gama de habilidades y capacidades, incluídas las implicadas en la percepción sensorial, el movimiento y la memoria. Además, sugiiere que esta patología es un desorden en el que varias partes del cerebro encuentran dificultades para trabajar juntas en el desarrollo de tareas complejas.
El estudio fue conducido por investigadores del 'Collaborative Program of Excellence in Autism' (CPEA), una red científica fundada por dos componentes del NIH, y el 'National Institut of Child Health and Human Development' (NICHD) y el 'National Institute on Deafness and Ohter Communication Disoders'.
"Estos hallazgos sugieren que se puede ir más lejos en el conocimiento del autismo no tanto desde el estudio de factores que afectan a un área o sistema del cerebro sino a partir de los que afectan a diversos sistemas", explica el director del NICHD, Duane Alexander.
Las personas con autismo tienden a mostrar tres características en su comportamiento, que sirven de base para el diagnóstico de la patología: dificultad para la interacción social, problemas de comunicación verbal y no verbal y repetición de comportamientos limitados, especifica la autora principal de la investigación y profesora de Psiquiatría y Neurología en Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburg, Nancy Minshew.
Sin embargo, durante los últimos 20 años, los investigadores comenzaron a analizar otros aspectos del pensamiento y el cerebro en los autistas, detectando que estos enfermos tienen dificultad en muchas otras áreas, incluyendo el equilibrio, el movimiento, la memoria y habilidades de percepción visual.
En el presente estudio, Minshew y sus colegas realizaron una extensa colección de tests neuropsicológicos a un grupo de 56 niños con autismo, comparando sus respuestas con otros 56 niños no autistas. Todos los menores que participaron en esta investigación tenían entre 8 y 15 años.
"Hemos abierto el camino para encontrar coincidencias a través del ancho abanico de medidores, con lo que podríamos hacer deducciones sobre qué sucede en el cerebro", agregó la principal investigadora de este estudio. Los científicos descubrieron, mediante una larga serie de tests, los niños con autismo los realizaron tan bien --y en algunos casos incluso mejor-- que otros niños con una media básica de funcionamiento cerebral, aunque, generalmente, tenían problemas con las tareas complejas.
DIFICULTADES PARA TAREAS COMPLEJAS
Por ejemplo, en relación a la mirada visual y la habilidad espacial, los niños con autismo eran muy buenos encontrando pequeños objetos en un revoltijo visual campestre o buscando a Wally en los libros de '¿Dónde está Wally?'. Sin embargo, cuando se les pidió realizar tareas complejas como hallar las diferencias entre dos caras o personas parecidas, tuvieron grandes dificultades.
A pesar de que su memoria para los detalles de una historia fue fenomenal, los niños autistas tenían grades dificultades para comprender la historia. "Vimos todo esto con nuestros pacientes --concretó Minshew--. Así, agregó que estos descubrimientos mostraron que no se puede compartimentalizar el autismo bajo tres áreas básicas, sino que es "mucho más complejo que eso".
En este sentido, esta experta resumió que el estudio sugiere que el autismo no es ante todo un desorden de la interacción social sino una afección global sobre cómo el cerebro procesa la información que recibe, especialmente la complicada.