El estrés y el alcohol se alimentan mutuamente

Alcohol
EP/GUADALPYME
Actualizado: lunes, 18 julio 2011 12:49

MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

Se ha considerado al estrés agudo como causante de la ingesta de alcohol. Sin embargo, las formas en que el estrés agudo puede aumentar el consumo de alcohol no están claras. Un nuevo estudio investigó si las diferentes fases de respuesta a un generador de estrés agudo pueden alterar los efectos subjetivos del alcohol. Los hallazgos indican relaciones bidireccionales entre el alcohol y el estrés. Estos resultados serán publicados en la edición de octubre de 2011 en 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research' y se encuentran actualmente disponibles en 'Early View'.

"Informes anecdóticos sugieren que el alcohol amortigua los efectos fisiológicos o emocionales negativos del estrés, pero esto ha sido difícil de demostrar en el laboratorio", dice Emma Childs, investigadora de la Universidad de Chicago y autora principal del estudio. "Otra forma en que el estrés podría aumentar la ingesta de alcohol es alterando sus efectos. Por ejemplo, si el estrés reduce los efectos intoxicantes del alcohol, hay que beber más alcohol para producir el mismo efecto."

Childs explica que la reacción del cuerpo ante el estrés abarca consecuencias fisiológicas y emocionales separadas que ocurren en diferentes momentos después de que se haya producido la situación de estrés. "Por ejemplo", dice Childs, "el aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, la liberación de cortisol, así como el sentimiento cada vez mayor de tensión y el estado de ánimo negativo, cada uno llega a un clímax y se disipa a un ritmo diferente. Por lo tanto, beber más alcohol puede tener diferentes efectos, dependiendo de cuánto tiempo después del estrés se ingiera."

Los sujetos del estudio, compuesto por 25 hombres sanos, participaron en dos sesiones, una en la que realizaron una estresante charla en público y otra con una tarea de control no estresante.

"La tarea de hablar en público que utilizamos está estandarizada y la usan muchos investigadores", dijo Childs. "Es fiable para producir reacciones significativas de estrés, incluidos el aumento de la frecuencia cardiaca, de la presión arterial, de cortisol y de la sensación de tensión. Por otra parte, debido a que es tan ampliamente utilizado, los resultados pueden ser comparados directamente con los de otros estudios. La tarea de hablar en público es también especialmente válida, ya que representa un evento estresante que experimentan muchas personas fuera del laboratorio. "

Después de cada tarea, los participantes recibieron infusiones vía intravenosa que contenían alcohol (el equivalente a dos bebidas estándar) y placebo. Un grupo de participantes (n = 11) recibieron el alcohol al minuto de completar las tareas, seguido por el placebo 30 minutos más tarde. El otro grupo (n = 14) recibió la infusión de placebo, seguida por el alcohol. Los investigadores midieron los efectos subjetivos tales como la ansiedad, la estimulación y el deseo de más alcohol, así como las medidas fisiológicas como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el cortisol en la saliva antes y después en intervalos periódicos después de las tareas y las infusiones.

"Los resultados demostraron la bidireccionalidad de la relación entre el alcohol y el estrés", dijo Childs. "El alcohol puede cambiar la forma en que el cuerpo se enfrenta al estrés: puede disminuir el cortisol, la hormona que el cuerpo libera para responder al estrés, y puede prolongar la sensación de tensión producida por el estrés El estrés también puede cambiar la forma en que el alcohol hace sentir a una persona: puede reducir los efectos placenteros del alcohol o aumentar ansias de beber más".

Childs añadió que a menudo es difícil separar los efectos del alcohol sobre las reacciones de estrés de los efectos en la percepción de lo estresante que es una experiencia. "Sin embargo, en nuestro estudio se administró alcohol después de la experiencia estresante, y después se examinaron los efectos del alcohol en las respuestas al estrés para descartar cualquier efecto del alcohol sobre la percepción del estrés. Hemos demostrado que el alcohol disminuye la respuesta hormonal al estrés, pero también aumenta experiencia subjetiva y negativa de este. También observamos que el estrés disminuye los efectos placenteros del alcohol. Estos resultados ilustran una compleja relación bidireccional de las interacciones entre el estrés y el alcohol. "

En resumen, dice Childs, el uso de alcohol para lidiar con el estrés puede empeorar la situación y prolongar la recuperación. "El estrés también puede alterar la manera en que el alcohol nos hace sentir aumentando la probabilidad de beber más alcohol", dijo. "Las respuestas al estrés son beneficiosas en la medida en que nos ayudan a reaccionar a eventos adversos. Al alterar la forma en que nuestro cuerpo lidia con el estrés, puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con este, entre ellas la adicción al alcohol."