MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han adoptado una resolución para iniciar, "en el momento apropiado más temprano posible", que se abra un proceso gradual de evaluación "imparcial, independiente y completa", que revise la experiencia adquirida y las lecciones aprendidas en la respuesta al COVID-19.
Durante el cierre de la 73 asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud, que se esta celebrando desde este lunes en Ginebra, se ha aprobado una resolución con medidas de respuesta contra la Covid-19, presentada por más de 50 países entre los que se encuentran Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Rusia, Reino Unido e Irlanda del Norte, Japón y la Unión Europea, entre otros.
En ella se incluye que se deberá evaluar la efectividad de los mecanismos a disposición de la OMS; el funcionamiento e implementación de las recomendaciones; la contribución de la OMS a los esfuerzos de las Naciones Unidas; y las acciones de la OMS y sus cronogramas relacionados con la pandemia COVID-19.
El objetivo es que las recomendaciones ayuden a mejorar la prevención, preparación y capacidad de respuesta ante una pandemia mundial, incluso mediante el fortalecimiento, según corresponda, del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS.
Este lunes, durante la apertura de este encuentro anual, ante jefes de Estado, de Gobierno y ministros, representantes de los 194 países de la OMS, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya avanzaba que se iniciaría, "lo antes posible", una evaluación independiente para revisar la experiencia adquirida y las lecciones aprendidas de esta pandemia, que afecta a más de 4 millones y medio de casos y ha causado la muerte de 300.000 personas en el mundo.
Este texto refuerza la posición del organismo recordando el mandato constitucional de la OMS de actuar, entre otras cosas, como organismo director y autoridad coordinadora de la labor sanitaria internacional, y reconociendo su papel de liderazgo clave dentro de la una respuesta más amplia de las Naciones Unidas y la importancia de fortalecer la cooperación multilateral en que se ocupa de la pandemia de COVID-19 y sus extensos impactos negativos.
Expresando su optimismo de que la pandemia de COVID-19 pueda "mitigarse, controlarse y superarse con éxito" apuesta por el liderazgo y la cooperación mundial "sostenida, la unidad y la solidaridad". Y, por tanto, piden que, "en un espíritu de unidad y solidaridad", se intensifique la cooperación y la colaboración a todos los niveles para contener, controlar y mitigar la pandemia de COVID-19.
Este texto podría verse como una respuesta a la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de hacer permanente la congelación de fondos a la organización y "reconsiderar" su pertenencia a la misma en 30 días si no realiza "mejoras sustanciales" en el marco de la pandemia del coronavirus.
Asimismo, los firmantes expresan su "más alto reconocimiento y apoyo a la dedicación, los esfuerzos y los sacrificios", más allá del deber de los profesionales de la salud, los trabajadores sanitarios y otros trabajadores de primera línea pertinentes, así como a la Secretaría de la OMS, en la respuesta a la pandemia de COVID-19.
MÁS ALLÁ DE LA EVALUACIÓN, SE IMPONE LA VACUNACIÓN
El documento, extenso porque incluye las medidas necesarias a implementar por los Estados Miembros para hacer frente al Covid-19, pide además el acceso universal, oportuno y equitativo a todas las tecnologías y productos sanitarios esenciales de calidad, seguros, eficaces y asequibles, incluidos sus componentes y precursores, necesarios para responder a la pandemia de COVID-19 y su distribución justa como prioridad mundial.
Además, reitera la importancia de atender urgentemente las necesidades de los países de ingresos bajos y medianos a fin de colmar las lagunas para superar la pandemia mediante una asistencia humanitaria y para el desarrollo oportuna y adecuada.
Los firmantes reconoce la función de la inmunización amplia contra el COVID-19 como un bien público mundial para la salud en la prevención, la contención y la detención de la transmisión a fin de poner fin a la pandemia, una vez que se disponga de vacunas seguras, de calidad, eficaces, efectivas, accesibles y asequibles.
Por este motivo, a las empresas, organismo, organizaciones y grupos influyentes que puedan estar relacionados con el desarrollo de las vacunas que trabajen en colaboración a todos los niveles para desarrollar, ensayar y ampliar la producción de diagnósticos, terapias, medicamentos y vacunas seguras. Teniendo en cuenta los mecanismos existentes de mancomunación voluntaria y concesión de licencias de patentes para facilitar el acceso oportuno, equitativo y asequible a las mismas, de conformidad con las disposiciones de los tratados internacionales pertinentes.
Asimismo, entre otras medidas, piden aplicar planes de acción nacionales estableciendo en todos los sectores gubernamentales, según sus contextos específicos, medidas amplias, proporcionadas, con plazos determinados, que tengan en cuenta la edad y la discapacidad y respondan a las cuestiones de género contra la COVID-19, garantizando el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad.
Además de proporcionar acceso a pruebas, tratamientos y cuidados paliativos seguros para COVID-19, prestando especial atención a la protección de las personas con problemas de salud preexistentes, las personas de edad y otras personas en situación de riesgo, en particular los profesionales de la salud, los trabajadores sanitarios y otros trabajadores de primera línea pertinentes.
Así como, dotar a los profesionales de la salud, al personal sanitario y a otros trabajadores pertinentes de primera línea expuestos a la COVID-19, de equipo de protección personal y a otros productos básicos necesarios en la contecion de la pandemia.