Foto: EUROPA PRESS
GINEBRA (SUIZA), 2 Sep. (Reuters/EP) -
La esperanza de vida de las mujeres a partir de los 50 años ha mejorado, pero la brecha entre países ricos y pobres está creciendo y podría empeorar si no se mejoran el diagnóstico y tratamiento del cáncer y las enfermedades cardiovasculares, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este informe, presentado este lunes, es uno de los primeros en analizar las causas de muerte de las mujeres, y en él se ha visto que en los países ricos las muertes por enfermedades no transmisibles se han reducido drásticamente en las últimas décadas, especialmente las relacionadas con el cáncer de estómago, colon, mama y cérvix.
Sin embargo, y aunque en los países de medianos y bajos ingresos las mujeres de más de 50 años también están viviendo más tiempo, las enfermedades crónicas como la diabetes están causando muertes más prematuras.
"Hemos visto que la mejora de la esperanza de vida es mucho más fuerte en los países ricos que en los de menos ingresos. La disparidad es cada vez mayor", ha reconocido John Beard, director del Departamento del Envejecimiento de este Organismo de Naciones Unidas.
En las mujeres mayores de 50 años, las enfermedades no transmisibles, en especial el cáncer, las enfermedades del corazón y los derrames cerebrales, son las causas más comunes de muerte, independientemente del nivel de desarrollo económico del país en que vivan.
Por ello, los ministros de salud de los 194 estados miembros de la OMS acordaron en mayo un plan de acción global para prevenir y controlar estas patologías.
En el caso de los países desarrollados, ya se ha mejorado el abordaje de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer en mujeres, ofreciendo resultados tangibles, según el estudio de la OMS.
De hecho, ya hay menos mujeres de más de 50 años en los países ricos que se mueren de enfermedades del corazón, derrames cerebrales y diabetes que hace 30 años, lo que contribuye a una mejor esperanza de vida. Una mujer mayor en Alemania, por ejemplo, puede esperar vivir hasta los 84 años de media, y en Japón a los 88 años, frente a los 73 en Sudáfrica y los 80 en México.
"Eso es fruto de dos cosas, una mejor prevención, en particular en torno al control de la hipertensión y la detección de cáncer de cuello de útero; pero también un mejor tratamiento", dijo Beard.
Sin embargo, en los países de bajos ingresos, especialmente en África, aunque se ofrecen servicios a la comunidad para el tratamiento de enfermedades como el sida o se ha mejorado la atención durante el embarazo y el parto, muchos carecen de servicios para detectar o tratar el cáncer de mama.
Además, en muchos países en desarrollo también hay un acceso muy limitado a medicamentos para la hipertensión, uno de los mayores factores de riesgo de muerte. "Y las mujeres con enfermedad cardiovascular y cáncer necesitan la misma atención crónica que necesitan las que tienen VHI/sida", ha concluido.