MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con cáncer tienen que esperar en España una media de 2,6 años para disponer de las nuevas terapias que se desarrollan en el ámbito de estas patologías, lo que hace que España haya dejado de ser uno de los mejores países en Europa en el acceso a los tratamientos oncológicos, según se desprende de los resultados de un informe realizado por el Instituto Karolinska, entidad que otorga los premios Nobel.
Dicho informe, a cuyos resultados ha tenido acceso Europa Press, analizó el acceso a 67 terapias oncológicas innovadoras en 25 países, incluyendo Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Japón, Sudáfrica y Estados Unidos, además de los 19 países europeos que ya incluyó en un estudio de características similares realizado en 2005. En aquella ocasión, España se situaba entre los tres primeros países en Europa con un mejor acceso a los tratamientos oncológicos.
No obstante, los datos de 2007 evidencian como Francia y Estados Unidos son los países donde menos se tarda en acceder a un tratamiento innovador, con una media de 1,3 años, seguidos de Alemania (1,5), Suiza y Suecia (1,7), Austria y Reino Unido (1,8) y Holanda (1,9). De este modo, España pasa a la decimotercera posición, todavía por delante de la media, que está en 2,7 años.
Por contra, Nueva Zelanda, Polonia, Irlanda, Japón, Portugal y Sudáfrica son los países analizados donde la inclusión de terapias oncológicas es menor y más lenta.
En cuanto al número de moléculas aprobadas desde 1995 a 2005, Francia vuelve a encabezar el 'ranking' con 27 fármacos aprobados, mientras que en España se dio luz verde a 22 moléculas en el mismo periodo. Entre ambas, se sitúan una docena de países donde se aprobaron más medicamentos que en nuestro país, como Estados Unidos, Alemania y Suiza (25), Suecia, Austria, Noruega y Polonia. En la cola de la lista aparece Portugal, donde sólo se aprobaron 4 moléculas en 10 años.
57% DE SUPERVIVENCIA TRAS 5 AÑOS.
Los autores del estudio del Instituto Karolinska también ponen de manifiesto que la supervivencia de los pacientes con cáncer está perceptiblemente relacionada con la introducción de las nuevas terapias oncológicas y que, incluso entre los principales países de la Europa Occidental (Francia, Alemania, Italia, España y el Reino Unido), las desigualdades en el acceso se reflejan en la tasa de supervivencia de los pacientes oncológicos.
De estos cinco países europeos, Francia tiene el porcentaje de supervivencia más alto (71% para las mujeres y el 53% para los hombres) con una supervivencia de 5 años en todos los tipos de cáncer, sin incluir el cáncer de piel no melanoma. España tiene supervivencia de 5 años del 57 por ciento (64% y el 50% en mujeres y hombres, respectivamente).
Por su parte, en Alemania se da una supervivencia del 63% y del 53% y en Italia del 63% y del 48%, mientras que el Reino Unido tiene el porcentaje más bajo, del 53% en mujeres y del 43% en hombres.
Asimismo, según el Estudio realizado por el Instituto Karolinska, en Francia, España, Alemania e Italia, el 51-52% de los pacientes del cáncer fue tratado con terapias autorizadas después de 1985, mientras que sólo el 40% de pacientes oncológicos en el Reino Unido tiene acceso a estos tratamientos.
COSTES DEL CÁNCER E INVERSIÓN.
Respecto al coste que supone el cáncer, dicho informe pone de manifiesto que aunque esta enfermedad está en el segundo o tercero lugar en cuanto a coste sanitario en la mayoría de los países analizados, el coste destinado a los tratamiento es perceptiblemente más bajo que el coste que supone la carga de la enfermedad.
De este modo, el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Alfredo Carrato, destacó en un comunicado que "del coste que supone el manejo de las enfermedades oncológicas para el Sistema Nacional de Salud sólo el 25 por ciento corresponde a costes directos, en los que se incluyen, entre otros, aquellos asociados a los tratamientos.
En este sentido, añadió que el coste de las terapias antineoplásicas en España representa "sólo un 3,5 por ciento del total del gasto farmacéutico en el país".
El Estudio también destaca desigualdades en la inversión pública en investigación en cáncer entre Estados Unidos, donde ésta es mayor, y los países de Europa. Así el gasto directo por habitante en el país norteamericano es de 212 euros, mientras que España ocupa la décimo octava posición con 102 euros invertidos por habitante. Por delante, se encuentran países como Suiza (199 euros), Noruega (194), Canadá (157), Japón (155) o Austria (153).
"FALTA DE EQUIDAD" EN ESPAÑA, SEGÚN LA SEOM.
Según explicó el presidente de la SEOM, estos datos confirman las conclusiones presentadas por dicha entidad el pasado 24 de abril en la presentación del informe 'Barreras de Acceso al Paciente de los Fármacos Oncológicos' donde puso de manifiesto la "falta de equidad" existente en las comunidades autónomas con respecto al acceso de los pacientes a los tratamientos antineoplásicos y a los fármacos oncológicos innovadores.
En este sentido, dicha entidad considera que la capacidad de gestión de cada comunidad autónoma hace que existan 17 "realidades distintas" en las que puede haber "diferencias significativas" en la asignación y priorización de los recursos disponibles.
Durante la presentación de este informe el presidente de la SEOM, Alfredo Carrato, también destacó otro informe que está elaborando el Instituto Karolinska sobre la prescripción y el consumo de fármacos oncológicos innovadores en España y que denota cómo en algunas comunidades se consumen estos fármacos "cuatro veces menos que en otras".
Aunque no precisó la media de prescripciones ni las comunidades más o menos afectadas "por razones de respeto", Carreto aseguró que algunas como Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana están por encima de la media nacional en cuanto a prescripción de fármacos oncológicos, mientras que otras como Canarias, Andalucía o Castilla-La Mancha presentan "más escasez de recursos y cifras por debajo de la media".
Asimismo, el informe de la SEOM constató la existencia de cuatro tipos de barreras de acceso con las que los pacientes oncológicos: barreras normativas, como consecuencia de la diferencia entre las políticas autonómicas en materia de medicamentos; barreras económicas, debido a que la percepción del coste en oncología es mayor que el coste real; barreras científico-técnicas, por las restricciones a los ensayos clínicos en algunos hospitales, y barreras operativas, ocasionadas por el proceso de gestión administrativa y a la actuación de distintos agentes a nivel autonómico implicados en el procedimiento de incorporación de nuevos fármacos.