MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
La identificación temprana, el apoyo emocional, la colaboración con la justicia y la adopción de actitudes críticas frente a la pornografía son claves para frenar la violencia sexual entre menores, según ha resaltado la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).
A través de su Grupo de Trabajo sobre Género, Diversidad Afectivo-Sexual y Salud, la sociedad científica ha advertido de que la violencia sexual entre menores "es un grave problema de Salud Pública en todo el mundo, y España no es una excepción".
En este sentido, la SEE ha manifestado que la prevención y el abordaje de la violencia sexual que se da entre menores requiere una acción "coordinada y multidisciplinar", y ha reclamado más recursos para ello. "La identificación temprana, el tratamiento adecuado, la colaboración con la justicia y el apoyo emocional son fundamentales para proteger a los niños y niñas de este problema social", han defendido.
Asimismo, argumentan que el sector de la salud juega "un papel fundamental" en la respuesta a este problema para proteger el bienestar de los menores. Por ello, consideran que los profesionales de la salud, especialmente de la Pediatría, la Psicología y la Atención Primaria, deben contar con la formación necesaria para detectar precozmente estas situaciones y brindar apoyo y tratamiento a los niños y niñas afectados.
Además, la sociedad científica reivindica la necesidad de implantar "protocolos claros" para la atención sociosanitaria de las víctimas, así como garantizar que estas reciban el apoyo emocional y psicológico que puedan necesitar.
Igualmente, los epidemiólogos apuntan que las familias, la comunidad educativa, y otras personas que puedan tener menores a cargo también deberían recibir información sobre cómo prevenir y detectar la violencia sexual infantil.
UNA ACTITUD "MÁS CRÍTICA" CON LA PORNOGRAFÍA
En este sentido, apuestan por fomentar una actitud "más crítica" hacia el uso y el abuso de la pornografía desde edades tempranas, ya que "puede ser una estrategia clave en la prevención de este problema".
Asimismo, consideran que la justicia tiene "una función importante" en el abordaje de la violencia sexual entre menores. "Por ello es fundamental la colaboración intersectorial entre el ámbito de la justicia y el de la salud, no solo para perseguir estos delitos, sino también para evitar la revictimización que sufren las víctimas en los procesos judiciales", han argumentado en este sentido.
En el plano educativo, la SEE señala que la educación afectivo sexual, tanto de menores, como de personas adultas, "es vital para acabar con esta problemática". "Y es que, la educación en sexualidad puede contribuir a mejorar las actitudes de confianza y autoidentidad, así como las relaciones equitativas", han resaltado.
Por este motivo, la SEE es partidaria de que la educación afectivo-sexual forme parte del currículo escolar, para que los niños y adolescentes "reciban información y formación sobre sus derechos, los límites de la conducta sexual, y sepan identificar situaciones de violencia".