MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo General de Enfermería ha defendido este lunes, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la "posición privilegiada" que tienen estos profesionales, especialmente los que trabajan en el ámbito de la Atención Primaria, para dar la "voz de alarma" ante posibles situaciones de violencia en el entorno familiar contra las mujeres, así como contra los niños.
Y es que, tal y como ha aseverado el organismo, las enfermeras de Atención Primaria, que mantienen un contacto "estrecho" con los integrantes de la comunidad, pueden detectar indicios o sospechar ante situaciones anómalas y ocultas tras las paredes del hogar. Del mismo modo, las enfermeras de los servicios de Urgencias cuentan con una "adecuada preparación" para la detección de situaciones en las que es posible que sean susceptibles de una denuncia por violencia de género.
"Los profesionales sanitarios tenemos que luchar con todas nuestras armas para combatir unos crímenes repugnantes y evitar que la violencia en el seno familiar se prolongue ni un minuto más. Es cierto que la premura con la que hay que resolver las consultas de primaria y la saturación debida a la escasez de enfermeras en los hospitales dificulta establecer la relación de confianza y contacto necesaria para que una mujer reconozca una situación de este tipo y se decida a denunciar a su maltratador", ha dicho el presidente del organismo, Florentino Pérez Raya.
No obstante, prosigue, las enfermeras pueden ser conscientes de que existen indicios de un delito si están atentas a ciertas señales más allá de la evidencia física de golpes o moratones. Por ejemplo, cuando la pareja habla en nombre de la mujer, cuando esta última muestra una pérdida de seguridad en sí misma, tristeza y ansiedad, subidas y bajadas de peso repentinas, cambio en su forma de vestir o mostrarse alejada de su entorno más cercano, son algunos de los indicios que pueden dar la señal de alarma.
"Las víctimas necesitan que hagamos todo lo posible como profesionales y como seres humanos. No podemos quedarnos impasibles ante las torturas que sufren cientos de mujeres a nuestro alrededor. Queremos recalcar a la sociedad la idea clara de que si una persona es víctima de la violencia de género puede consultar a su enfermera, que somos el profesional más cercano, que siempre vamos a estar a su lado", ha añadido Pérez Raya.
PAUTAS DE ACTUACIÓN ANTE UN POSIBLE CASO DE MALTRATO
Además, apostilla, las enfermeras deben estar seguras de que, trabajando juntas, coordinadas, motivadas, concienciadas y sensibilizadas, se puede conseguir que las actuaciones que se llevan a cabo sean eficaces. Para ello, deben tener presentes algunas pautas de actuación ante un posible caso de maltrato como son.
Entre ellas, Pérez Raya ha subrayado la importancia de aislar a la paciente del acompañante, para lo cual ha aconsejado pedir a otro compañero que le lleve a administración con la excusa de completar unos documentos o argumentar la realización de un procedimiento físico.
"La paciente necesita un ambiente seguro, tranquilizador; en ningún momento hablará si cree que alguien puede estar escuchando. La persona tiene miedo a que su problema se sepa. Garantízale la confidencialidad. Ponerse en su lugar, tener empatía. No la juzgues, no critiques, no le preguntes por qué no le abandona, sólo practica la escucha activa", ha argumentado el organismo.
Tras obtener todos los datos, aportar la información y recursos disponibles en la comunidad autónoma, ha aconsejado ofrecer la ayuda del asistente social del hospital y, en caso de que se niegue, por miedo, se le facilite el teléfono de Asistencia a Víctimas de Violencia de Género, un número donde contactar con la enfermera o con una asociación de afectadas.
"Cuando hablamos de violencia contra la mujer no se limita al maltrato en el seno de la pareja. Debemos también luchar y perseguir otros delitos como la explotación sexual, la discriminación y no olvidemos tampoco el problema de las agresiones a sanitarios. Por la composición de nuestro colectivo, las víctimas de agresiones e insultos por parte de los pacientes o de sus acompañantes son generalmente mujeres. Este es un terreno en el que desde el Consejo General de Enfermería, en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, estamos decididos a trabajar hasta su erradicación completa", ha zanjado Pérez Raya.