Las enfermedades relacionadas con el empleo se cobran 5.000 vidas al día en todo el mundo

trabajador
EP/UPTA
Actualizado: martes, 28 septiembre 2010 14:25

MADRID 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de 5.000 personas mueren cada día en el mundo debido a enfermedades relacionadas con el empleo, según ha afirmado el profesor de la Universidad Pompeu Fabra y co-autor del libro 'Empleo, trabajo y desigualdades en salud:una visión global', Joan Benach, que analiza cómo las condiciones de empleo determinan la salud de las personas.

"Contrariamente a la visión dominante, la salud no tiene que ver sólo con cuestiones genéticas y del estilo de vida, sino que hay muchos estudios e informes que documentan cómo la vivienda, la economía y el trabajo resultan determinantes en la salud de la población", ha explicado Benach a Europa Press.

Estos factores, además, se reparten de una manera diferente en la sociedad de manera que "las personas enferman más en función de están relacionados con la clase social, el género, la etnia, la edad o el estatus migratorio de los trabajadores", ha indicado. Así, cuanto peor es la posición social, mayor es el riesgo de tener un trabajo perjudicial para la salud.

De este modo, "en España una mujer joven, inmigrante, con un trabajo manual o poco cualificado, tendría un nivel de precariedad de un 90 por ciento, mientras que un hombre no inmigrante de alrededor de 30 años con un trabajo cualificado está en un nivel de precariedad del 30 por ciento".

En esta línea, Benach ha recalcado que al concepto habitual de precariedad, que se mide sólo por el porcentaje de trabajadores temporales, en el libro se le suma también, además del contrato y el salario, la desprotección social y la falta de derechos.

Por todo esto, el profesor ha asegurado la salud es "un indicador que refleja el bienestar y la justicia de la situación laboral del país". Benach ha subrayado que todos estos aspectos están "interconectados", así ha puesto como ejemplo que una persona en una situación precaria o de desempleo tiene más posibilidades de caer en el alcoholismo, con las consecuencias para la salud que conlleva. Pero ante esto, "la mayoría de la gente creerá que ha enfermado a causa del alcohol, pero hay que tener en cuenta por qué ha empezado a beber".

Por otro lado, el profesor de la Universidad de Toronto y co-autor del libro, Carles Muntaner, ha destacado que aunque tradicionalmente se ha considerado que las profesiones con un mayor riesgo para la salud son aquellas que requieren un mayor esfuerzo físico o con una exposición a productos químicos o biológicos, hay otros riesgos psicosociales "derivados de la falta de capacidad de decisión en los trabajos o la presión a la que se ven sometidos muchos trabajadores".

EL TIPO DE CONTRATO PUEDE DETERMINAR LA SALUD DEL TRABAJADOR

Muntaner ha explicado que el tipo de contrato determina por tanto, "la experiencia que vive el trabajador en su ámbito laboral y en consecuencia su salud". Por ejemplo, "un minero no tendría porqué tener un gran riesgo si su contrato estipulase menos horas y más medidas de seguridad".

El experto ha señalado también que medidas que se deben seguir desde los gobiernos para reducir la precariedad y por tanto, la mortalidad en el trabajo deben ir encaminadas a "usar el poder económico del estado para garantizar el acceso a un empleo digno, bien mediante formación o creación de empleos a través del gobierno, como se está haciendo ahora en Estados Unidos con el llamado 'estímulo Obama'".

Actualmente, "desde el punto de vista combinado de remuneración, empleo y salud laboral", los países dónde mejores políticas se llevan a cabo son, a juicio de Muntaner, Suecia, Dinamarca, Holanda, Noruega y Finlandia. En cambio, España no se encontraría entre estos ya que el trabajador "se encuentra en una situación con muy poca capacidad de decisión", al igual que tampoco países como Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos, que cuentan con "condiciones más duras respecto a la desprotección del trabajador".

Este libro, cuyo origen fue el informe realizado en el 2007 por la Red de Condiciones de Empleo (EMCONET) como parte del trabajo para la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, se dirige tanto a los especialistas de salud pública, desigualdades de salud, y salud laboral, como a los investigadores en ciencias políticas y sociales, así como a los activistas y miembros de sindicatos y movimientos sociales.