MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) aboga por evitar el uso de los disruptores endocrinos "sin caer en el alarmismo", y valorar con prudencia sus efectos sobre la salud, ya que, aunque su el efecto hormonal es una realidad, aún "se desconoce su magnitud".
Los especialistas, recuerdan que el nivel de detección analítica de los disruptores es cada vez más bajo. "Estamos midiendo cantidades muy pequeñas cuya trascendencia clínica desconocemos y que, probablemente, ya existían en épocas en las que no éramos capaces de medirlas", afirman en un comunicado.
Los disruptores endocrinos son compuestos químicos que contaminan el medioambiente y que, una vez incorporados a un organismo vivo, afectan al equilibrio hormonal. Aunque la comunidad científica aún no ha podido establecer una relación causa-efecto entre la presencia de determinadas sustancias de este tipo en el organismo y el aumento en la incidencia de determinadas enfermedades, los disruptores endocrinos químicos (DEQ) se asocian con la disminución de la fertilidad masculina, con algunos tipos de cáncer (mama y próstata, principalmente) y con ciertos problemas metabólicos, como diabetes, hipertensión y obesidad.
No obstante, apuestan por que los Gobiernos ayuden a distribuir envases y otras sustancias inertes que no contienen disruptores endocrinos. Asimismo, en una carta remitida al Ministerio para la Transición Ecológica en kinio para llamar la atención sobre las amenazas que siguen planteando los (DEQ) para la salud general y el bienestar de la población europea, y para el medioambiente, donde ya pedían la aplicación del principio de precaución.
IMPACTO POTENCIAL SOBRE LAS HORMONAS SEXUALES
Los DEQ tienen potencial para perturbar cualquier sistema hormonal, pero la información disponible sobre la disrupción hormonal causada por los agonistas o los antagonistas de las hormonas sexuales femeninas (estrógenos) es muy superior. Estos compuestos se denominan xenoestrógenos y se ha estudiado su efecto negativo sobre los mecanismos de control de la secreción de testosterona y la espermatogénesis en el testículo del varón.
Sin embargo, desde la SEEN reconocen que los resultados son "confusos" y que "no es posible afirmar de forma cuantitativamente significativa que sus efectos sean la causa directa de las alteraciones", ya que la potencia hormonal de estas sustancias es extremadamente débil y solo una exposición ambiental muy intensa y repetida es motivo de preocupación, tal y como ha expresado reiteradamente la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), recalcan los endocrinólogos.
Los DEQ están presentes en envases de alimentos, plaguicidas, productos de higiene personal y de limpieza, materiales de construcción, materiales plásticos y sintéticos, ambientadores, materiales de decoración, insecticidas, ropa, juguetes, electrodomésticos, metales pesados y aparatos electrónicos. Por ello, desde la SEEN recomiendan evitar el consumo de productos envasados y procesados industriales, y de envases con recubrimientos plásticos, antiadherentes, ignífugos, etc.
Como alternativas, aconsejan el uso de materiales inertes como el vidrio y las fibras naturales, reducir el consumo de precocinados, beber agua del grifo en lugar de embotellada y leer bien las etiquetas de cosméticos, como los desodorantes, y de los productos de limpieza. "Todo ello contribuirá a una disminución progresiva del uso de estas sustancias", aseguran los especialistas en Endocrinología y Nutrición.