MADRID 21 Mar. (Reuters/EP) -
El dos por ciento de los niños estadounidenses de entre 6 y 17 años padecen autismo, según ha mostrado una encuesta telefónica realizada a más de 100.000 padres por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Estados Unidos y liderada por el científico Stephen Blumberg.
Estos datos muestran que la prevalencia de jóvenes con esta enfermedad ha aumentado un 72 por ciento desde el año 2007, última vez que se realizó un sondeo de estas características. En este sentido, y al igual que en la investigación anterior, la encuesta desvela los niños son más propensos a padecer autismo (3,2%) que las niñas (0,7%).
"Los chicos son 4 veces más propensos que las niñas a padecer un trastorno autista. Además, la presencia de esta patología entre los niños representa la mayor parte del aumento global de los diagnósticos", ha comentado el especialista, tras señalar que "gran parte" de estos pacientes son los que no se diagnosticaron en el estudio de 2007.
Por este motivo, Blumberg ha destacado la importancia de que los médicos mejoren la detección de los síntomas de los autismo y de que, sobre todo, tengan en cuenta y diagnostiquen rápido a los niños cuya enfermedad se ha manifestado de una forma más leve.
Y es que, los síntomas del autismo se puede observar en niños de tan sólo 18 meses, aunque a los médicos se les insta a llevar a cabo una detección de retrasos en el desarrollo de todos los niños a los 2 años. "El problema es que los médicos no suelen detectar los casos leves de autismo hasta que los niños no van al colegio, dado que es cuando los padres y los profesores se dan cuenta de que el niño tiene problemas para hacer amigos e interactuar socialmente", han subrayado los investigadores.
Asimismo, mientras que los científicos señalan que los factores genéticos influyen en el 80 y 90 por ciento de los casos, diversos estudios han sugerido que la edad del padre en el momento de la concepción del hijo puede jugar un papel importante a la hora de aumentar el riesgo de errores genéticos en los espermatozoides.
De hecho, una investigación realizada por un equipo británico ha mostrado que los padres mayores tienen más probabilidades de tener nietos con autismo, lo que sugiere que los factores de riesgo para esta enfermedad puede acumularse durante generaciones.