Dejar de fumar y tratar las comorbilidades para mejorar el cuidado de pacientes con VIH

Dejar de fumar
Dejar de fumar - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / SURIYAWUT SURIYA
Publicado: jueves, 25 julio 2019 14:07

   MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El presidente del Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (GeSIDA), Esteban Martínez, ha abogado por promover el abandono del hábito tabáquico y tratar las comorbilidades para mejorar el cuidado a largo plazo de las personas que padecen VIH.

   El experto se ha pronunciado así durante la sesión plenaria de la última jornada de la 10 Conferencia sobre VIH de la Internacional AIDS Society, donde ha analizado el abordaje de las comorbilidades como estrategia para mejorar el cuidado a largo plazo de las personas que viven con el virus del sida.

   Entre las claves para mejorar el cuidado de estas personas, Martínez ha subrayado aspectos como la necesidad de promover el abandono del hábito tabáquico y un estilo de vida más saludable, ya que la prevalencia del hábito tabáquico es del doble en personas con VIH frente a la población general, estando involucrado el tabaquismo en la presencia de diversas comorbilidades, entre las que se pueden encontrar eventos cardiovasculares o diversos tipos de cáncer.

   En este sentido, el presidente de GeSIDA ha recordado que el tratamiento de la comorbilidad es más efectivo que cambiar al paciente su fármaco antirretroviral, aunque algunas terapias indicadas para tratar determinadas comorbilidades pueden aumentar el riesgo de interacciones farmacológicas, por lo que es posible que deban ser necesarias ambas intervenciones.

   "Elegir la terapia antirretroviral evitando la toxicidad superpuesta y las interacciones farmacológicas ha de ser, por lo tanto, una prioridad", ha dicho, para comentar que el correcto manejo del tratamiento antirretroviral, el establecido para controlar la infección por VIH, resulta "esencial para un satisfactorio control de las comorbilidades".

   Y es que, prosigue, la interrupción de esta terapia no sólo aumenta las enfermedades oportunistas o la muerte, sino también otras patologías no relacionadas con el sida. Asimismo, la postergación del inicio de este tratamiento aumenta tanto los eventos que definen el virus como las principales comorbilidades no relacionadas con la infección.

   Dado que las comorbilidades serán cada vez más comunes a medida que las personas con VIH envejezcan, el experto ha abogado por detectar las principales enfermedades concomitantes en todas las personas con el virus que superen la barrera de los 40-50 años de edad. "La edad es, de por sí, el factor de riesgo más importante de presencia de una comorbilidad", ha recordado Martínez.

   Junto a la habitual afectación al sistema inmunológico, principal foco de acción del virus, el VIH también está directamente implicado en la aparición de otras dolencias en el organismo, tales como la aterosclerosis (al infectar el virus las paredes arteriales), daño neuronal (al infectar las microglías, células neurogliales del tejido nervioso que forman el sistema inmunitario del sistema nervioso central) o inflamación generalizada (al quedar infectadas células linfoides en reposo).