La cirrosis ya es la primera causa de muerte entre los infectados por VIH

Actualizado: domingo, 15 abril 2007 17:00

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

La cirrosis ya es la primera causa de muerte entre los infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), ya que entre el 40% y el 50% de los infectados lo están también por el virus C y padecen una hepatitis crónica, según han puesto de manifiesto varios expertos durante el 42 Encuentro Anual de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL).

Esta coinfección, que principalmente afecta a drogadictos y hemofílicos, prevalece sobre todo en el sur de Europa, especialmente en España, Francia e Italia, y en la costa este de los Estados Unidos, de forma particular en las ciudades de Washington y Baltimore, donde el número de drogadictos es elevado.

En España, hay 135.000 infectados por VIH, de los que más de 50.000 (un 40%) padecen hepatitis crónica C. Entre los hemofílicos, la coinfección afecta al 80% de los pacientes.

Según el doctor Vicente Soriano, jefe de la sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III de Madrid, el número de pacientes coinfectados por VIH y virus C es relativamente elevado en España, "lo que constituirá un gran problema sanitario en un futuro próximo de no ponerse los medios adecuados".

La infección por virus C progresa con mayor rapidez a cirrosis en portadores del VIH, debido a la inmunodeficiencia que padecen estos pacientes. Esto significa, por tanto, que la cirrosis acaba desarrollándose en un período más corto, de promedio tras 25 años de infección por el VHC.

Asimismo, otro de los problemas a los que se enfrentan los coinfectados es el tratamiento antirretroviral, ya que experimentan una peor tolerancia al mismo.

Durante el congreso, se han presentado los resultados del estudio clínico PRESCO, el mayor realizado hasta la fecha en este tipo de pacientes con interferon pegilado y ribavirina, que demuestra que suministrando a estos pacientes dosis elevadas de ribavirina se obtiene una mejor respuesta al tratamiento.

Para el doctor Soriano, coordinador principal de este estudio, este trabajo supone importantes avances en la práctica clínica diaria ya que permite una mejor selección de los candidatos a tratamiento y una mejor utilización de la medicación hasta ahora aprobada.