MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha reconocido que la "inacción" de la Administración ha contribuido también a la proliferación de los bulos sanitarios, los cuales están provocando el abandono de los tratamientos e incluso muertes.
Carcedo se ha pronunciado así en la inauguración del XV Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), celebrado recientemente en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo, donde comunicadores de salud, representantes de asociaciones de pacientes, profesionales sanitarios e informáticos han participado en una mesa de debate en colaboración con la iniciativa '#SaludsinBulos'.
En ella han coincidido en que el incremento de los bulos se debe a la extensión de las redes sociales, la progresiva reducción de la lectura de noticias a los titulares; el 'clickbait' o contenidos alarmistas destinados a generar ingresos publicitarios; y los 'bots' o sistemas automáticos de generación de contenidos en redes.
Ahora bien, tal y como ha señalado el doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y cazabulos de '#SaludsinBulos, Miguel Ángel Lureña, el área donde más bulos se producen es en alimentación. "La alimentación nos preocupa cada vez más porque estamos tomando conciencia de la estrecha relación que guarda con la salud. Sin embargo, somos víctimas de lo que podríamos llamar la gran paradoja alimentaria: tenemos un enorme volumen de información sobre alimentación a nuestro alcance y la consultamos con frecuencia, pero a pesar de ello estamos completamente despistados a la hora de alimentarnos. Son muchos los factores que contribuyen a esta situación; aunque sin duda, uno de los más importantes es la difusión de información poco rigurosa o directamente falsa. Los bulos alimentarios están a la orden del día y corren como la pólvora por Internet", ha dicho.
La acción coordinada en redes sociales para identificar y desmontar las llamadas 'fake news'; la formación a pacientes, profesionales sanitarios y escolares y la ayuda de la tecnología son algunas de las líneas de actuación que los participantes en el congreso han señalado como clave para luchar contra los bulos de salud.
Una de las novedades que se han presentado en el congreso es la próxima creación de un grupo de debate, coordinado por '#SaludsinBulos', dentro del World Wide Web Consortium (W3C), la comunidad internacional que vela por los estándares en la Red, sobre ética e Inteligencia Artificial en salud, con el objetivo de hacer propuestas de actuación sobre información veraz en salud.
"Se necesitan leyes que dificulten el clickbait, rediseñar los sistemas de manera que cambien los incentivos y más investigación para comprender los sistemas existentes y modelar posibles nuevos sistemas o modificar los que ya tenemos", ha dicho la Wellbeing & Active Ageing Unit Manager en CTIC / W3C España, Jimena Pascual.
Asimismo, el investigador principal WESO, José Emilio Labra, ha comentado que si bien la inteligencia artificial aún no puede analizar un contenido de salud para comprobar si es información veraz o no, sí se pueden detectar qué webs se hacen eco de bulos.
Por su parte, la directora de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, María Gálvez, ha explicado que lo que las asociaciones de pacientes pueden hacer para combatir los bulos de salud es ofrecer información contrastada y guiar en la búsqueda de esa información, trabajar por mejorar la relación con el profesional sanitario, escuchar, acompañar, ofrecer un espacio seguro (sin juicios), y analizar el cómo, el cuándo y el porqué.
Asimismo, la farmacéutica y miembro de la directiva de AIES, M José Cachafeiro, ha destacado los cinco criterios para recomendar una web o una aplicación de salud: calidad de la información (contrastada y de fuentes rigurosas), comprensible para el usuario, con autores identificables, sin conflicto de interés; que se actualice y que sea segura.
Desde la Asociación de Profesionales de la Comunicación de la Industria Farmacéutica (ACOIF), su presidenta Doris Casares, ha asegurado que como industria farmacéutica se tiene la responsabilidad de difundir a la población información "rigurosa, fiable y de calidad". A su juicio, es imprescindible identificar los canales para formar parte de la conversación y llegar a cada vez más pacientes y sociedad en general.
En la misma línea se ha manifestado la directora de comunicación del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, Carolina García Selfa, quien ha apostado porque los profesionales sanitarios sepan divulgar sus conocimientos para evitar la desinformación en salud.