Las bebidas energéticas pueden deshidratar seriamente

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Actualizado: lunes, 15 noviembre 2010 18:01

NUEVA YORK 15 Nov. (Reuters/EP) -

El alto contenido en cafeína de las bebidas energéticas puede provocar en sus consumidores una "sería deshidratación", según ha explicado dijo John Higgins, el investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Texas en Houston (EEUU), quien ha realizado un estudio sobre cómo afecta la cafeína y algunos otros ingredientes de estas bebidas al cuerpo.

En el estudio, publicado en el número de este mes de mayo de 'Clinic Proceedings', se observa que los atletas no deberían beber más de una lata al día, no mezclarla nunca con alcohol, y beber mucha agua tras hacer ejercicio. Asimismo, señala que la gente con hipertensión no debería beberlas nunca, y las personas con enfermedades cardíacas deberían consultar a sus médicos antes de consumirlas.

"Lo que sabemos es que una bebida típica energizante puede tener hasta una cuarta parte de una taza de azúcar y más cafeína que una fuerte taza de café", explica Higgins, quien alerta de que, además de la cafeína, se encuentran otros ingredientes potencialmente peligrosos, y, en muchas ocasiones, se combina el consumo de bebidas energéticas con alcohol

En este sentido, señalan que el contenido de cafeína de las bebidas energéticas va desde 70 a 200 miligramos por cada alrededor de casi medio litro servido. En comparación, una taza de café de unos 235 miligramos puede contener entre 40 a 150 miligramos dependiendo de cómo se prepare.

Además, señala que entre los ingredientes a menudo no mencionados en las etiquetas se encuentra el estimulante herbal guaraná, el aminoácido taurina y otras hierbas, minerales y vitaminas, que pueden interactuar con la cafeína.

Lo que le preocupa a este experto es cómo esta interacción podría afectar al ritmo cardíaco, la tensión arterial e incluso estados mentales, especialmente cuando se consume en grandes cantidades, con alcohol, o por parte de atletas.

Buscando más sobre esta relación, el equipo de Higgins revisó la literatura médica sobre bebidas energéticas y sus ingredientes entre 1976 y 2010, y descubrieron que se habían hecho pocas investigaciones sobre su impacto.

Algunos pequeños estudios, normalmente sobre jóvenes adultos físicamente activos, han demostrado que las bebidas pueden incrementar la tensión arterial y el ritmo cardíaco. Pero las evidencias de efectos más graves como ataques cardíacos o de otro tipo y fallecimientos "son anecdóticos", indica Higgins.

En este sentido, explica que Noruega, Dinamarca y Francia prohibieron Red Bull después de que un estudio demostrara que ratas, que "fueron alimentadas con taurina, exhibieron un comportamiento extraño, incluyendo ansiedad y automutilación". "No somos ratas, pero el consumo ha dado muestras de estar asociado de un modo concluyente con comportamiento de alto riesgo", añade.