MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las enfermedades metabólicas de la madre gestante durante el embarazo, como las alteraciones tiroideas y la diabetes, pueden influir negativamente en la salud del bebé, según ha confirmado un estudio llevado a cabo por investigadores del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), publicado en la revista 'Fertility and Sterility'.
La programación fetal es un proceso de adaptación por el que la nutrición y otros factores ambientales alteran las vías de desarrollo durante el período de crecimiento prenatal, provocando cambios en el metabolismo postnatal y la susceptibilidad de los adultos a la enfermedad crónica.
En este sentido, el trabajo ha puesto de manifiesto la necesidad de un diagnóstico temprano y el manejo adecuado de las complicaciones endocrinas en el embarazo con el fin de prevenir cualquiera de las consecuencias negativas para los hijos.
"Es imprescindible que el personal sanitario involucrado en la atención a las mujeres gestantes esté capacitado en el manejo de estas situaciones clínicas, ya que pueden pasar desapercibidas si no se vigilan activamente", ha dicho el investigador del CIBERDEM, Héctor Escobar, que ha realizado el estudio con Lía Nattero y Manuel Luque.
Durante la primera fase del embarazo, la transferencia de hormonas tiroideas al feto tiene una importancia capital para un correcto desarrollo neurológico si bien, en esta etapa, la disfunción tiroidea materna grave, particularmente la deficiencia de yodo, puede provocar secuelas neurológicas irreversibles, algo que también puede provocar la exposición fetal a una disfunción de esta hormona de carácter leve.
Al respecto, el estudio del CIBERDEM ha concluído que un suministro de hormona tiroidea desde etapas muy tempranas en una secuencia adecuada en espacio y tiempo es una condición necesaria para el desarrollo neurológico fetal normal. Por lo tanto, el hipotiroidismo manifiesto y la deficiencia de yodo necesitan una identificación y un manejo temprano, para evitar problemas en la descendencia.
Por otra parte, los investigadores inciden en la importancia de vigilar los episodios de hiperglucemia materna secundaria a la presencia de diabetes pregestacional o gestacional. "Esta es otra situación relativamente frecuente en la que el desarrollo fetal tiene lugar en un entorno hostil, y existe un mayor riesgo de trastornos del desarrollo neurológico, metabolismo anormal de la glucosa, sobrepeso y otros factores de riesgo cardiovascular en la vida adulta", ha dicho el doctor Escobar.
Asimismo, prosigue, la exposición fetal a la hiperglucemia debida a diabetes mellitus tipo 1 o diabetes gestacional se asocia con efectos metabólicos postnatales, y los hallazgos recientes puestos en relevancia en este estudio, muestran que el riesgo de alteraciones en la descendencia puede ocurrir incluso en los grados más bajos de hiperglucemia materna.
Del mismo modo, el trabajo ha puesto de manifiesto que el riesgo de sobrepeso y obesidad es más alto en embarazadas con diabetes mellitus tipo 1 que en la gestacional. El control glucémico materno mediante dietas o terapias de insulina parece mejorar los resultados metabólicos en la descendencia.