El documento ofrece una visión de la situación en África y plantea estrategias útiles para abordar el problema
MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, presentó hoy en Madrid la 'Guía para programas y proyectos de Salud Sexual y Reproductiva en África', un "instrumento muy útil" para ayudar a "orientar y capacitar a los que deben realizar intervenciones en esta materia".
El documento ha sido elaborado por el Programa Vita de Cooperación al Desarrollo en Salud para África y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), en colaboración con la Fundación para la Cooperación y la Salud Internacional Carlos III.
La publicación de esta guía, que además de recoger la situación actual en África respecto a esta materia y los últimos avances relativos a programas y proyectos de salud sexual y reproductiva plantea una serie de estrategias y casos prácticos, se corresponde, según la secretaria de Estado, a una de las prioridades del nuevo Plan Director de la Cooperación Española 2005-2008. "La salud sexual y reproductiva es una de las principales áreas de intervención en cooperación al desarrollo y salud", destacó.
Pajín destacó que la guía es el resultado del trabajo de varios ministerios y de las comunidades autónomas, en el marco de su participación en el Programa Vita, que nació en enero de 2004 con el respaldo de la AECI. En este sentido, hizo un llamamiento a "luchar todos juntos para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio" mediante el impulso de "acciones concretas" sobre todo en lo referente a la equidad y la autonomía de la mujer.
Asimismo, defendió la importancia de "trabajar para conseguir una mayor sensibilización de la sociedad" y para lograr dotar de "mayor calidad" a los proyectos de cooperación española en materia de salud sexual y reproductiva en Africa. Según Pajín, "la salud y la equidad de género" son un ámbito especialmente sensible en lo referente al desarrollo de los pueblos.
Según explicó Julia Espinosa, una de las investigadoras que han participado en la elaboración de la Guía, la idea de elaborar este documento parte de la celebración del Día Mundial de la Salud 2005 dedicado a la Salud de la Mujer y del Niño, y de las Jornadas Técnicas de Cooperación Internacional: Salud de la Mujer y del Niño en África. En su redacción, además de varios expertos en la materia, han colaborado diversas ONG que han "dado ejemplos y casos prácticos".
La guía, explicó, se divide en dos grandes bloques. En el primero de ellos se presenta las relaciones entre género y salud sexual y reproductiva, los compromisos internacionales vigentes y la situación actual del continente africano. El segundo bloque expone las cuatro principales estrategias de promoción de salud sexual y reproductiva y su aplicación en cuatro casos prácticos.
DIRIGIRSE TAMBIEN A LOS HOMBRES.
Según resalta la guía, las diferencias en los patrones de salud de hombres y mujeres no se explican sólo por sus diferencias biológicas sino que es preciso considerar las desigualdades sociales, políticas, económicas y culturales existentes entre ambos sexos. En este sentido, destaca la necesidad de trabajar en materia de reproducción y sexualidad tanto con mujeres como con hombres.
Aunque habitualmente la información y servicios de salud sexual y reproductiva se dirigen específicamente a mujeres dejando a un lado a los hombres, las encuestas, sobre todo en Africa, revelan que los hombres se encuentran más interesados en la salud reproductiva de lo que suele suponerse. Para involucrar a los hombres, es necesario acabar con los tabúes y normas culturales que dificultan la comunicación.
En cuanto a la situación en África, la guía analiza la mortalidad y la morbilidad materna, destacando que en el año 2000 murieron 529.000 mujeres durante el embarazo o los 42 días posteriores al parto, 251.000 de ellas en el continente africano. El aborto inseguro es otra de las causas de mortalidad materna y se calcula que unas 70.000 mujeres mueren al año como resultado de prácticas inseguras de abortos. Según datos de la ONU, el 50% de los ingresos hospitalarios en ginecología se relaciones con complicaciones en el aborto en el Africa Subsahariana.
Otro de los aspectos clave en el continente africano es la violencia de género, que con base en la desigualdad entre hombres y mujeres, afecta directamente a la salud sexual y reproductiva. Aquí, la guía incluye la mutilación genital femenina que se practica en más de 28 países africanos. De hecho, Egipto, Etiopía, Kenia, Nigeria, Somalia y Sudán representan el 75% de los casos --unos dos millones al año--, y en Somalia y Yibuti se somete al 98% de las niñas a algún tipo.
Respecto a las enfermedades de transmisión sexual, y en especial al VIH/Sida, el Africa Subsahariana sigue siendo la región más afectada con 25,4 millones de personas con esta enfermedad. Según el documento, el riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual es mayor en mujeres que en hombres, en gran medida debido a las prácticas sexuales de riesgo de los hombres sobre las que las mujeres tienen poco poder de decisión.
LIMITACIONES Y ESTRATEGIAS.
Teniendo en cuenta que la salud sexual y reproductiva es un eje de trabajo fundamental en la lucha contra la pobreza, la guía identifica toda una serie de limitaciones para su promoción. La primera de ellas es la invisibilidad de los problemas relacionados con la salud sexual y reproductiva de las mujeres y sus causas; la escasez de recursos; la poca cobertura sanitaria; la dificultad de acceso a los servicios por parte de las mujeres; la limitada información y participación de la población; y el escaso poder de las mujeres en la toma de decisiones en los diferentes ámbitos de participación social, política y económica y en el ejercicio de los derechos sobre su salud.
Frente a estas limitaciones y problemas, la guía plantea cuatro estrategias de acción complementarias entre sí que han de implementarse al mismo tiempo. La primera de ellas es la transversalidad del enfoque de género, que busca la incorporación de la perspectiva de igualdad de género a las políticas de salud en todos los niveles, "atravesando" la atención primaria de salud y la educación para la salud, así como el empoderamiento de la mujer.
La segunda estrategia es la atención primaria de salud, centrada en la cobertura y acceso a servicios sanitarios de primer nivel y abordando la salud desde un enfoque multidisciplinar, equitativo y participativo. La tercera estrategia, íntimamente ligada a la anterior, es la educación para la salud. Esta se dirige a mejorar la información y participación de la población para desarrollar su capacidad de controlar y tomar decisiones sobre su salud sexual y reproductiva.
Por último, figura lo que se ha dado en llamar el 'empoderamiento' de las mujeres, estrategia internacional de desarrollo adoptada en la Conferencia de Bejing, y que busca incrementar el poder de las mujeres en la toma de decisiones sobre su salud y sobre el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos. Esta estrategia, como ocurre con las tres anteriores, se complementa entre sí con éstas.
En lo que se refiere a las líneas de actuación, la guía presenta cuatro casos prácticos sobre los que aplica estas estrategias: las complicaciones en el embarazo, el parto y el postparto; la violencia de género, y dentro de esta la violencia intrafamiliar y la mutilación genital femenina; las prácticas anticonceptivas; y las infecciones de transmisión sexual, en concreto, el VIH/Sida.