MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), que agrupa a los hepatólogos, y las tres principales sociedades científicas de médicos de familia han elaborado conjuntamente una guía de recomendaciones para mejorar el diagnóstico precoz y el manejo de la hepatitis C, dado que uno de cada dos afectados en España está todavía sin diagnosticar.
Entre otras cuestiones, proponen solicitar una analítica para detectar el virus a cualquier paciente que pertenezca a uno de los grupos de riesgo de tener el virus, entre los que se incluyen drogadictos por vía parenteral, internos de instituciones penitenciarias, receptores de productos sanguíneos u órganos sólidos anteriores a 1992, hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y pacientes en hemodiálisis.
El documento, presentado este miércoles en Madrid, ha sido también consensuado con el Ministerio de Sanidad siguiendo el mandato del Plan Nacional que elaboraron hace dos años, y podrá comenzarse a aplicar cuando las comunidades autónomas le den su visto bueno en el próximo Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), previsto para próximas fechas.
"No es tanto un cribado sino un diagnóstico precoz de determinados grupos, que contribuyen en España a un 30-40 por ciento de la prevalencia total de la enfermedad", ha reconocido Agustín Albillos, presidente de la AEEH y miembro del comité científico que ha elaborado la guía.
Este experto celebra que "ahora ya no sólo se piensa en curar al paciente, sino también en evitar la transmisión de la enfermedad", y recuerda que la mayoría de pacientes que quedan con hepatitis C están asintomáticos. "Los que tenían síntomás ya están diagnosticados y tratados", ha destacado.
Pese a ello, coinciden en que, de momento, resulta más efectivo realizar esta "detección oportunista" del virus en grupos de riesgo en lugar de ir a un cribado más general que, según ha apuntado Fernando Pérez Escanilla, responsable de Salud Pública de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), "podría dar lugar a falsos positivos o negativos porque las pruebas no son fiables al 100%".
En caso de detectar en sus consultas a algún paciente que pertenezca a un grupo de riesgo, los médicos de Atención Primaria pueden solicitar una serología que, si da positivo, debe confirmarse con una PCR posterior.
"Supone una oportunidad cuando hasta hace unos años no podíamos hacer nada", ha reconocido Aurora García Lerín, responsable de Relaciones Institucionales de la Sociedad Española de Atención Primaria (SEMERGEN).
MEJORAR EL DIAGNÓSTICO EN ATENCIÓN PRIMARIA
El problema, ha añadido el presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), Salvador Tranche, es que actualmente los médicos de familia no pueden solicitar esta segunda prueba y deben derivar al paciente a todo un proceso que lleva su tiempo.
Por ello, ha añadido Albillos, si el médico de familia pudiera solicitar ambas pruebas "podríamos ganar fácilmente entre tres y cuatro meses", por lo que confía en que se implante rápidamente para mejorar la gestión de este proceso diagnóstico.
El presidente de la AEEH ha reconocido que este aumento de los nuevos diagnósticos podría conllevar que se detecten nuevos pacientes cuyo grado de enfermedad no fuera lo suficientemente avanzado como para tratarlos con los nuevos tratamientos de última generación, en virtud de los criterios del Plan Nacional.
No obstante, ha añadido, en estos casos "además de tratar también se pueden hacer muchas recomendaciones" sobre hábitos de vida que se sabe que están relacionados con la evolución de la fibrosis del hígado. "Muchos son personas con conductas de riesgo", según Albillos, confiado en que con el tiempo se decida dar tratamiento a todos los afectados "con independencia del grado de infección".
UN PROBLEMA "MENOR DEL QUE SE PENSABA"
Además, este experto ha admitido que los últimos estudios epidemiológicos han demostrado que la prevalencia del virus en España, y también en todo el mundo, "no es tan alta como se creía".
"Cuando se inició el Plan se pensaba entre un 1 y 1,2 por ciento de toda la población total tenía el virus, pero los últimos estudios que se han llevado a cabo muestran ahora que afectaría a un 0,8 por ciento de la población", según el presidente de la AEEH, lejos de los 900.000 afectados que calculaban en 2015.
Albillos ha reconocido que "en todo el mundo se hizo un cálculo un poco al alza", tanto en los países donde había buenos estudios como en los que no, como era el caso de España, donde sólo había "datos sueltos" hasta que "se ha observado que el problema es menor de lo que se pensaba".