Un 82% de las limpiadoras de hostelería y sanidad sufren sobrecarga de trabajo que les produce estrés y depresión

Equipo De Limpieza
CCOO
Actualizado: martes, 12 julio 2011 14:37

El informe apunta que el 70 por ciento de estas trabajadoras padecen estrés y un 30 por ciento depresión

PALMA DE MALLORCA, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

El 82,4 por ciento de las limpiadoras de los sectores de la hostelería y la sanidad sufren sobrecarga y exceso de trabajo, y tres de cada cuatro considera insuficiente el tiempo del que disponen para las tareas que tienen asignadas. De hecho, esta situación provoca que el 70 por ciento de este colectivo sufra estrés y un 30 por ciento depresión, según se desprende del estudio 'Condiciones de trabajo en el sector de limpieza en Baleares y su impacto en la salud de las trabajadoras', elaborado por CCOO.

El informe, dirigido a identificar las condiciones de trabajo y los principales riesgos laborales que afectan a estas trabajadoras, revela que éstos son en su mayoría de carácter ergonómico (un 83 por ciento de manipulación de cargas y y un 75,8 por ciento movimientos repetitivos) y psicosocial (carga de trabajo, ritmos elevados, falta de autonomía, sobreesfuerzos), que se traducen sobre todo en daños osteomusculares y psicológicos.

En esta misma línea, las empleadas también relacionan los elevados ritmos de trabajo y la falta de personal con determinados accidentes (caídas, golpes, intoxicaciones debidas a las prisas en el manejo de productos, lumbalgias), mientras que un 80 por ciento se encuentran además especialmente expuestas a posturas forzadas (48 camas diarias de media), lo que les genera dolor de espalda en un 72 por ciento, dolor a las manos y las muñecas en un 56,2 por ciento, piernas y pies en un 50,8 por ciento y cansancio crónico en un 60 por ciento.

En cuanto a la edad media de las trabajadoras, el documento señala que es de 41 años con una antigüedad como limpiadora de 14 años, con contrato fijo (46,8 por ciento) o fijo discontinuo en la hostelería (75,4 por ciento) y que se ocupa de todas las tareas de su casa. Sin embargo, recalca que aun cuando cerca de un 50 por ciento de ellas tienen contrato fijo, un 77 por ciento acepta todo tipo de cambios de horarios, aumento de tareas y horas extraordinarias por miedo a perder su puesto de trabajo.

Por su parte, un 50 por ciento de las empleadas consideran que sus jefes no valoran su trabajo y que no cuentan con su apoyo cuando surgen conflictos con clientes o usuarios. Además, más de la mitad de las encuestadas (un 53,3 por ciento) afirma que tiene una buena relación con sus compañeras y un 50 por ciento asevera que no hay un buen ambiente de trabajo.

Mientras tanto, un 57 por ciento de las trabajadoras señala que no participa en la organización y en la planificación de sus tareas y la misma proporción indica que sus propuestas y sugerencias no se tienen en cuenta por parte de sus superiores. La mitad de las trabajadoras también sufre temperaturas extremas cuando trabaja y un 43 por ciento no conoce los riesgos ni la composición de los productos que emplea ni las fichas de seguridad.

El estudio indica, asimismo, que un 20 por ciento tiene alergia respiratoria y un 10 por ciento alergias dermatológicas; el 94 por ciento de las trabajadoras del sector sanitario están expuestas en agentes biológicos; más del 60 por ciento creen que los reconocimientos médicos anuales que hacen las empresas son inútiles y no están relacionados con los riesgos reales a los que se encuentran expuestas.

Al hilo de lo anterior, el estudio apunta que la formación impartida por el Servicio de Prevención sobre técnicas de manipulación de cargas o posturas forzadas no se adapta a las condiciones de trabajo de las limpiadoras ni se puede aplicar cuando se trabaja con prisa, puesto que el exceso de tareas y la carencia de tiempo les impiden seguir las pautas que les marcan los técnicos de prevención. Además, la mitad de las trabajadoras no conocen el técnico de prevención y un 40 por ciento no ha participado en la evaluación de riesgos.

PROPUESTAS DE CCOO

Es por todo ello que desde el sindicato proponen asegurar la presencia y la participación de las trabajadoras del sector de limpieza en los órganos de participación y decisión en materia de salud laboral; la incorporación de la perspectiva de género en los planes de prevención, partiendo que las condiciones de trabajo de las mujeres son diferentes de las de los hombres y por lo tanto también lo son los riesgos y los daños; una evaluación de riesgos específica para cada puesto de trabajo.

Asimismo, apuestan por diseñar espacios de participación de las trabajadoras destinados a la mejora de los aspectos organizativos a través de reuniones periódicas entre responsables y trabajadoras; realizar reconocimientos médicos específicos; organizar el trabajo de manera flexible; flexibilizar la distribución de pausas a lo largo de la jornada; presentación de los datos de siniestralidad elaboradas por las mutuas y la Dirección General de Salud Laboral desagregadas por sexo.

También abogan por impartir formación específica adaptada a las condiciones de trabajo reales de las limpiadoras y al nivel formativo de las empleadas; formación sobre habilidades sociales para mandos intermedios; promover un trato digno y respetuoso en las relaciones entre las mismas trabajadoras con sus mandos intermedios y superiores y con los clientes o usuarios; y promover medidas efectivas de conciliación de la vida personal, profesional y familiar.