MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El 53,2 por ciento de la población cree que hubo "demasiada información", "poco fiable" y proveniente de fuentes que "en ningún caso" llegaron a tener su total confianza, según concluye el estudio 'La Comunicación de la Pandemia', elaborado por Estudio de Comunicación.
En el informe se ha analizado la calidad de la información transmitida durante la pandemia por Covid-19 después de realizar un total de 1.206 entrevistas al público en general, personal de salud y periodistas.
En concreto, el 53,2 por ciento de la ciudadanía piensa que el volumen de la información recibida fue excesivo y, además, la mayoría (57,8%) desconfía de la misma. De hecho, los receptores finales solo aprueban la fiabilidad en la información cuando esta se centra en prevención, tratamientos y vacunación, con nota media de 5,1 sobre 10.
Además, hasta el 30,9 por ciento de la población afirma que no llegaba a comprender la información recibida. Asimismo, el público en general suspende la confianza en los políticos, las Administraciones y los medios de comunicación, con notas medias de 2; 3,7 y 3,7 sobre 10, respectivamente, pero valora la confianza en los científicos y los sanitarios, con 6,7 y 6,9 sobre 10, respectivamente.
En cuanto a los periodistas entrevistados, estos aprueban la fiabilidad de la información general recibida (5,5 sobre 10) y dan un poco más de nota a la específica sobre tratamientos y vacunación (5,9 sobre 10).
Por su parte, los periodistas especializados en salud consideran que fue excesivo el volumen de información recibido (42,9%), frente a los no especializados, para quienes solo pareció excesivo en un 39,6 por ciento de los casos.
Preguntados por la confianza en las fuentes, los periodistas dieron nota media de suspenso a los políticos (2,4), a los funcionarios (3,2) y a los superiores jerárquicos (3,5). En cambio, científicos, colegios profesionales de salud y sanitarios en general lograron el notable para los periodistas como fuentes confiables (entre 7 y 7,4 sobre 10).
La información que los periodistas recibían de fuentes oficiales fue incoherente con otras fuentes o las propias vivencias para un 21,5 por ciento, pero, para la mayoría de ellos (54,4%), esa incoherencia solo se daba en ocasiones.
Por otro lado, los sanitarios suspenden la fiabilidad de la información en general (4,7 sobre 10) y mejoran la nota media (5 sobre 10) si dicha información se refería a prevención, tratamientos y vacunación. En cuanto al volumen de información, tanto general y específica, el porcentaje más abultado entre los sanitarios fue el de quienes lo consideraron insuficiente (34,2% y 35,7%, respectivamente).
Para los sanitarios, la confianza en las fuentes es de suspenso para los políticos (1,4 sobre 10), los funcionarios (2,5), los medios de comunicación (3), las Administraciones (3,6) y los superiores jerárquicos (4,3). Todos los sanitarios de medicina y cirugía, UCI incluidas, y que son un 21,2 por ciento de los sanitarios entrevistados, adjudicaron un cero absoluto a los políticos.
En el capítulo de coherencia entre información recibida y vivencia personal, un 56,9 por ciento de los sanitarios consideró que dependía del momento y la información, pero para un 26,2 por ciento se producía incoherencia entre ambas cosas. Un 54,5 por ciento de los sanitarios de atención primaria percibieron incoherencia entre la información recibida y la experiencia profesional en la mayoría de las ocasiones.
"Aunque la comunicación no resuelve una crisis, ayuda mucho a gestionarla, contribuyendo al éxito de las medidas de control y generando la menor alarma", ha señalado el CEO de Estudio de Comunicación, Benito Berceruelo. "En estos escenarios no hay una fórmula magistral, pero hay ingredientes básicos que no pueden faltar, como la importancia de informar con rapidez, de forma solvente, continuada y coordinada", ha finalizado.