PALMA DE MALLORCA, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Un veinte por ciento de los casos de enfermedades celíacas se detecta después de los 60 años de edad, hecho que contradice la creencia generalizada de que son los niños los más afectados por la dolencia, que hoy celebra su Día Nacional. Los celíacos son las personas que sufren una intolerancia permanente al gluten, fracción proteica que se encuentra en algunos cereales.
Así lo expresó en declaraciones a Europa Press Carmen Garrido, especialista en Aparato Digestivo del hospital palmesano Son Dureta, quien manifestó que, a pesar de no ser una enfermedad hereditaria, "sí que hay una cierta predisposición familiar". En concreto, los familiares de primer grado tienen "entre un 10 y un 15 por ciento de riesgo" de padecer la dolencia.
A pesar de que se estima que las Islas existen unos 10.000 celíacos, la doctora destacó que muchos de ellos no están diagnosticados puesto que es una enfermedad que puede presentarse de "forma muy asintomática". Por ello y con el objetivo de aumentar el diagnóstico, Garrido explicó que se ha creado un grupo formado por especialistas de Baleares.
Éste ha elaborado una estrategia de detención precoz de la enfermedad para explicarles a los médicos de atención primaria en qué grupos de riesgo deben buscar celíacos. Así pues, los colectivos más afectados son los familiares, las personas con enfermedades autoinmunes y con enfermedades asociadas (como las que tienen síndrome de Down).
Será a estos grupos con "más posibilidades" a los que se les debería hacer un análisis de sangre -para comprobar si poseen la enfermedad- o biopsias intestinales, en el caso de que los primeros no sean concluyentes.
Garrido también se refirió a algunos dilemas en la vida diaria de los celíacos como el precio elevado de los alimentos que deben comer o los problemas que se pueden dar en algunos colegios o restaurantes a la hora de seguir la dieta. Para la especialista esto son "rutinas habituales" pero que "pueden condicionar" la vida de estas personas. Por ello, se mostró satisfecha ante la iniciativa destacada ayer por el Govern de trabajar en la creación de productos baleares sin gluten.
La especialista destacó una posible solución para sufragar el coste anual de 1.500 euros que sufre una persona celíaca en comparación con una que no posee la enfermedad que es la medida llevada a cabo en otros países donde las instituciones apoyan económicamente a los enfermos para comprar los alimentos.
Sobre los trabajos del Ministerio de Sanidad en cuanto al etiquetado de los productos para que especifiquen correctamente qué productos llevan o no gluten -un producto se considera que no lleva gluten cuando no sobrepasa la cantidad de 20 partes por un millón- la doctora afirmó que se trata del "primer paso".
Retirar el gluten de la dieta de los enfermos supone, según Garrido, "una adaptación" que deben "asumir" los celíacos. En este sentido son sobre todo los jóvenes a quienes "les cuesta más" renunciar a su dieta habitual. Actualmente, el único tratamiento que existe para los enfermos es no comer alimentos con esta fracción proteica, aún así, actualmente "están en estudio" para dar con algún medicamente que les permita ingerir alimentos con gluten, concluyó la especialista de Son Dureta.