Ojo, mirar
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Actualizado: martes, 16 mayo 2017 13:00

   MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -

   La capacidad de distinguir los objetos en la visión periférica varía significativamente entre los individuos, según revela una nueva investigación de 'University College London' (UCL), en Reino Unido; la Universidad Paris Descartes, en Francia, y el 'Dartmouth College', en Estados Unidos. Por ejemplo, algunas personas son mejores detectando las cosas por encima de su centro de visión, mientras que otras son mejores a la hora de detectar las cosas que están ubicadas a la derecha.

   La investigación, publicada en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', y financiado por el Consejo de Investigación Médica (MRC, por sus siglas en inglés), muestra que en promedio somos peores a la hora de detectar objetos en entornos abarrotados cuando están por encima o por debajo del nivel de los ojos, aunque la extensión con la que esto sucede varía entre individuos.

   "Si usted está conduciendo un camión con una cabina alta y mirando hacia adelante, es menos probable que note a los peatones o a los ciclistas a nivel de la calle en su visión periférica que si estuviera más abajo y mirando hacia la izquierda y la derecha", explica el autor principal John Greenwood, de 'UCL Experimental Psychology'.

   "Un entorno visualmente desordenado como una carretera urbana muy concurrida lo hace aún más difícil. Además de considerar los puntos ciegos físicos en los vehículos, debemos recordar que los conductores que también tengan en cuenta las diferentes áreas donde su visión periférica es mejor o peor", añade.

   La investigación incluyó a 12 voluntarios que participaron en una serie de pruebas de percepción durante varios años. El experimento clave implicó centrarse en un punto en el centro de la pantalla, mientras que se mostraban imágenes de relojes en diferentes partes del campo visual, ya sea un reloj solo o con otros dos relojes a su lado. Es más difícil decir la hora en el reloj central cuando los relojes circundantes están más cerca de él, ya que la escena está más visualmente 'desordenada', lo que se conoce como "apiñamiento visual".

   La capacidad de los participantes para identificar con éxito el reloj central en una escena desordenada varió significativamente, con distintas personas detectándolo mejor en diferentes posiciones. En promedio, la mayoría de los participantes eran más débiles con su visión periférica superior, seguida por la visión periférica inferior. No hubo diferencia significativa entre izquierda y derecha en promedio, con algunos voluntarios siendo mejores a la izquierda y otros con más capacidad a la derecha.

PUNTOS DE MALA VISIÓN EVIDENTES EN DISTINTAS TAREAS

"Cada uno tiene su propio patrón de sensibilidad, con islas de mala visión y otras regiones de buena visión", explica el doctor Greenwood. "Si estás buscando tus llaves, entonces este perfil afectará a tu capacidad de encontrarlas. Por ejemplo, si tus llaves están en una mesa a la izquierda de donde estás enfocando, la presencia de libros y papeles en la mesa puede impedir que detectes las llaves. Alguien con una fuerte visión del lado izquierdo podría detectar las llaves, incluso si están justo al lado del libro, mientras que alguien puede no notar las llaves a menos que estén a una gran distancia del libro. Hay una variación sustancial entre diferentes personas".

   Estas "islas" de mala visión eran evidentes a través de varias tareas probadas por los investigadores, a pesar de que cada una confía en diferentes procesos en el cerebro. La implicación es que estas diferencias en la visión periférica podrían ocurrir muy temprano en el sistema visual, posiblemente comenzando tan pronto como la retina. No está claro si estas diferencias se deben a la genética o al medio ambiente, pero se observan constantemente con el tiempo.

   "Lo que llama la atención es la consistencia del patrón desde los primeros niveles de visión hasta los niveles más altos, procesamiento que involucra áreas muy diferentes del cerebro", explica el autor principal, el profesor Patrick Cavanagh, del 'Dartmouth College'. "Proponemos que estas variaciones se originan en los primeros niveles de visión muy temprano en nuestro desarrollo y luego son heredadas por los niveles superiores a medida que el resto del cerebro se alinea para hacer frente a la información que se envía desde los ojos", agrega.

   La mayoría de las personas no experimentan el apiñamiento visual en el centro de su visión (al contrario que en la periférica), sin embargo, en algunas enfermedades la visión central también resulta afectada. En la ambliopía, también conocida como 'ojo vago', el cerebro no interpreta correctamente las señales visuales de un ojo, lo que conduce a un aumento del apiñamiento visual. En la dislexia, algunas investigaciones han demostrado que las personas con el trastorno tienen más facilidad a la hora de leer palabras cuando se aumenta el espaciado de letras para reducir el apiñamiento visual.

   De manera similar, los efectos visuales de hacinamiento pueden ser uno de los primeros síntomas de la Atrofia Cortical Posterior, una forma de demencia que afecta predominantemente a la visión. La aglomeración es también un factor de degeneración macular, la forma más común de ceguera, donde el centro del ojo se ve afectado primero y, por lo tanto, los pacientes deben confiar en su visión periférica para ver.

   "Nuestro nuevo artículo nos ayuda a entender mejor los mecanismos que causan aglomeración visual y dónde ocurre en el sistema visual ", afirma el profesor Cavanagh. "A largo plazo, esperamos que esto ayude con el desarrollo de mejores estrategias de tratamiento para una amplia gama de patologías que causan angustia y sufrimiento a millones de personas en todo el mundo", concluye.