Las mujeres, preocupadas por sus problemas de circulación en las piernas

Piernas, Playa, Paseo, Varices
Foto: XORNALCERTO/FLICKR
Actualizado: jueves, 12 marzo 2015 11:06

MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

  Más del 72 por ciento de las mujeres españolas de entre 30 y 60 años están preocupadas por que los problemas circulatorios en las piernas puedan limitar su actividad diaria, según muestra el II Estudio CinfaSalud, dedicado a las 'Percepciones y hábitos de las mujeres españolas en relación a la salud de sus piernas y la IVC', realizado por Cinfa.

   Esta investigación, avalada por el Capítulo Español de Flebología y Linfología (CEFyL) de la SEACV, está en un cuestionario 'on line' sobre una muestra representativa de más de 2.000 mujeres española. Su objetivo es mostrar los aspectos relacionados con la salud de las piernas que más preocupan a la mujer, y cómo pueden influir en su autoestima o hábitos de vida.

   Entre otros datos el informe muestra que a las mujeres se preocupa que deriven en complicaciones que afecten de manera más grave a su salud (71,2%) y que puedan provocarles dolor (69,4%). Asimismo, son las mujeres con antecedentes familiares las que están más concienciadas sobre las posibles complicaciones (80,5%) y/o dolores (80,1%) que puedan derivarse de esta, y tienen presente que pueden llegar a padecerlos.

   Según se observa en el informe, los problemas de circulación en las piernas, además de en el plano físico, afectan también en el plano emocional a las mujeres que los sufren. Así, tres de cada diez mujeres encuestadas afirman sentir vergüenza de enseñar sus piernas (27,6%); además, dos de cada diez españolas declaran que esta dolencia afecta a su autoestima (20,8%).

   La pesadez en las piernas (47,3%), el dolor (39,7%) y los calambres (33,6%) son los síntomas que más afirman padecer las mujeres con problemas de circulación en las piernas, dolencias que se acentúan con los años. Así mismo, estos provocan diversas molestias en las mujeres que los sufren. Desde aquellas que afirman acabar con las piernas muy cansadas (79,7%), hasta las que no pueden estar mucho tiempo de pie (55%) o señalan tener dificultades para dormir (53,5%).

   "Una correcta rutina de hábitos de vida permite prevenir y aliviar en gran medida los síntomas de los problemas circulatorios en las piernas. Cuestiones como mantener una dieta equilibrada, que además sea baja en sal, o practicar ejercicio son medidas que favorecen una mejor calidad de vida", afirma Eduardo González Zorzano, experto del Departamento Médico de Cinfa.

   "Si bien todavía queda mucho trabajo de concienciación en este ámbito, las españolas cada vez son más conscientes de este aspecto y tratan de implementar estos hábitos saludables en su día a día", añade.

   En este sentido, la encuesta muestra que el 80,8 por ciento de las encuestadas señala utilizar calzado cómodo y sin excesivo tacón, un 75,9 por ciento ingiere frutas y verduras y un 74,7 por ciento asegura evitar el consumo de tabaco. Sin embargo, un 62,6 por ciento todavía no presta suficiente atención al consumo de sal en sus comidas; sólo el 56,7 por ciento toma más de dos litros de agua al día, y únicamente la mitad (55,7%) realiza ejercicio de manera regular.

   En cuanto a las soluciones disponibles para prevenirla y tratarla, tan sólo un 12,8 por ciento de las mujeres españolas afirma recurrir a las medias terapéuticas. Las mujeres utilizan medias terapéuticas en mayor medida cuando sufren algunos de los síntomas visibles de la IVC, como hinchazón o varices. En este caso, una de cada cinco mujeres recurre a ellas (el 20,4% y el 19,6%, respectivamente).

   Además, estas medias son utilizadas de manera más habitual por las mujeres que desarrollan su trabajo de pie (17,4%). Por el contrario, de las mujeres que no utilizan esta solución, la mayoría de ellas, el 27,9 por ciento, no lo hace por desconocimiento.

   "Este producto sanitario es la principal medida para la prevención y el tratamiento de la IVC, por contar con una mayor evidencia científica. Su función consiste en ejercer presión decreciente sobre las venas de las piernas para facilitar el buen funcionamiento del sistema de retorno venoso", explica el experto González Zorzano.

   En cuanto a otros métodos para calmar los síntomas de la IVC, la mitad de las mujeres afirma aplicarse cremas y geles (54,4%), y darse masajes y duchas de agua fría (50,9%), medidas igualmente necesarias para el abordaje integral de la patología.

FACTORES DE RIESGO

   Los síntomas de la insuficiencia venosa crónica afectan al 30 por ciento de los adultos españoles, según datos del Capítulo Español de Flebología, lo que significa que en España la padecen cerca de 15 millones de personas, de las que el 60 por ciento no están diagnosticadas.

   Los problemas vasculares afectan generalmente a personas de entre 30 y 70 años, en mujeres es más frecuente a partir de los 35 y 40 años, por una predisposición hormonal, y su prevalencia aumenta con la edad. No obstante, cada vez afecta a pacientes más jóvenes, debido principalmente a su relación directa con el estilo de vida. Existen diversos elementos que pueden influir y ser determinantes en la aparición de esta afección.

   Durante el embarazo, o debido a la inmovilidad -como en el caso de personas que trabajan muchas horas de pie sin moverse o que realizan a menudo largos viajes- es más frecuente el desarrollo de estos problemas. Del mismo modo, aumentan los casos con el paso de los años y en edades más avanzadas; también existe un factor genético influye en la aparición de insuficiencia venosa de manera directa.

   "Las venas juegan un papel fundamental en el funcionamiento de nuestro organismo, puesto que transportan la sangre desde los distintos órganos de regreso al corazón", ha recordado el doctor, Rodrigo Rial Horcajo, especialista en Angiología y Cirugía Vascular y miembro del Capítulo Español de Flebología de la SEACV.

   "Sin embargo, factores como la edad, la herencia genética, las alteraciones hormonales, los embarazos, o una vida sedentaria, entre otros, pueden provocar que las venas pierdan elasticidad y se dilaten, con lo que la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas, generando problemas como las piernas cansadas, las varices, etc.", añade.