MADRID, 31 Dic. (CHANCE) -
Cada invierno miles de aficionados al esquí disfrutan de su deporte favorito. Las montañas se llenan de numerosos esquiadores que buscan las mejores pistas para esquiar, pero en algunas ocasiones la práctica de este deporte puede tener un trágico final.
Uno de los ejemplos mas nacionales de cómo el esquí arrebató la vida y los sueños de un amante del esquí es el de Alfonso de Borbón y Dampierre. El Duque de Cádiz perdió la vida en una pista de esquí de Colorado, Estados Unidos. Un cable en mitad de la pista le provocó la muerte en el invierno de 1989.
Otra muerte que conmocionó a la sociedad fue la de Michael Kennedy que ocurrió en la misma zona en la que falleció Alfonso de Borbón. El miembro de la famosa familia de los Kennedy se estrelló contra un abedul y murió en el acto. De la misma forma falleció el exmario de la cantante Cher, Soony Bono, chocando contra un árbol de la pista donde pasaba sus vacaciones de invierno.
La esposa del reconocido actor Liam Neeson, la también actriz Natasha Richardson, falleció en un accidente mientras daba unas clases de esquí con sus hijos. Otra trágica muerte fue la que afectó a la familia real holandesa. El Príncipe Johan Friso, hermano del actual Rey Guillermo quedó sepultado por un alud durante veinte minutos. La falta de oxígeno le produjo un daño cerebral que tuvo como consecuencia un coma del que no pudo recuperarse.
Una noticia que supuso un shock para toda la sociedad holandesa. La noticia del accidente del expiloto de Fórmula 1 Michael Schumacher también ha conmocionado a medio mundo, que espera con esperanza que el campeón de Fórmula 1 logre recuperarse de este fatal accidente.
