MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) - La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a despenalizar el suicidio en los países en los que aún se considera un delito a fin de contribuir a su prevención, ya que, de esta forma, se reduce el estigma y la vergüenza asociados. A nivel global, cada año, más de 700.000 personas se quitan la vida, siendo la cuarta causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años. El suicidio puede estar vinculado a factores y retos sociales, económicos, culturales y psicológicos múltiples, complejos y que se entrecruzan, como la negación de los derechos humanos básicos y el acceso a los recursos, así como acontecimientos vitales estresantes como la pérdida de los medios de subsistencia, las presiones laborales o académicas, las rupturas sentimentales y la discriminación, entre otros.