Cuchillo cortando una fruta
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Actualizado: viernes, 20 octubre 2017 11:49

MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

Seguir unos hábitos de vida saludables no elimina la posibilidad de sufrir cáncer, pero las reduce en un 37 por ciento en el caso de cáncer colorrectal, un 27 por ciento el de mama y hasta en un 51 por ciento el cáncer gástrico, según ha explicado el investigador emérito de la Unidad de Nutrición y Cáncer del Instituto Catalán de Oncología, Carlos Albert González.

En el marco del 59º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el experto ha señalado que "algunos alimentos han mostrado más influencia directa en la prevención o desarrollo de diferentes tipos de cánceres. El consumo en exceso de carnes procesadas es un cancerígeno reconocido para los tumores de colon y recto. En el cáncer de mama, que cuenta con una incidencia muy alta, la nutrición puede reducir incluso el 15 por ciento de los casos."

Así mismo, también existen grupos de alimentos que reducen el riesgo de sufrir enfermedades oncológicas. "En el caso de las hortalizas, está demostrado que disminuyen los tumores colorrectales, los de faringe-laringe, el de hígado y el de pulmón. Las frutas son beneficiosas para la prevención de los casos de colorrectal, faringe laringe y mama. Y recientemente se ha conocido que las fibras y cereales integrales reducen el riesgo de los casos de mama", ha añadido Carlos Albert González.

El doctor ha hecho hincapié en que no existen dietas ni alimentos milagrosos que puedan curar el cáncer, aunque sí es cierto que seguir una dieta saludable y evitar el aumento de peso, puede evitar una recurrencia o mejorar su pronóstico.

Durante el Congreso se han presentado los aspectos más destacados en cáncer de tiroides, en este aspecto, el coordinador de área de Tiroides de la SEEN, Juan Carlos Galofré, ha afirmado que "el cribado mediante ecografías tiroideas para el diagnóstico de tumores de muy pequeño tamaño es polémico, porque se pueden detectar muchos cánceres, y la experiencia enseña que, en torno a un 98 por ciento de los casos son poco activos, apenas son agresivos, no van presentar complicaciones, y no van desarrollar metástasis".

En este sentido, el profesional ha comentado que "su diagnóstico muchas veces puede repercutir de manera negativa en el paciente, no por la agresividad del tumor, sino por la ansiedad e incertidumbre que puede acarrear el propio término y las connotaciones de esta enfermedad".

En cuanto al tipo de tratamiento de este cáncer, difiere del de otros, ya que no se emplea quimioterapia. El procedimiento más habitual es la extracción de la glándula tiroidea y, posteriormente el tratamiento con yodo raioactivo. El doctor Galofré ha concluido explicanod que "si la operación es exitosa, la comorbilidad es prácticamente nula".

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