Francisco de Goya
VICENTE LÓPEZ Y PORTAÑA - MUSEO NACIONAL DEL PRADO
Actualizado: viernes, 28 abril 2017 21:50

   MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El pintor Francisco de Goya, el artista español más importante de finales del siglo XVIII y principios del XIX, sufrió una enfermedad autoinmune llamada síndrome de Susac o sífilis, según el diagnóstico de una experta en audición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UM SOM, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, la doctora Ronna Hertzano.

   Muchos historiadores sostienen que Goya fue el primer pintor verdaderamente moderno. Pero no fue inmune a la tragedia, ya que, en 1793, en el apogeo de su actividad artística, Goya, con 46 años, sufrió una enfermedad severa, no diagnosticada, que le postró en la cama durante meses, le provocó alucinaciones y dolores de cabeza constantes y apenas le dejaba caminar. Finalmente, la mayoría de los síntomas desaparecieron, pero su audición nunca volvió. Quizás en respuesta a esta afección que padeció, su trabajo se hizo cada vez más oscuro.

   Después de examinar una serie de pruebas sobre la enfermedad de Goya, Hertzano ha desarrollado su diagnóstico: Goya probablemente sufría de una enfermedad autoinmune llamada síndrome de Susac; cuyos principales síntomas son la alteración de la función cerebral, así como la pérdida de la visión, el equilibrio y la audición. Aunque la mayoría de los síntomas suelen desaparecer con el tiempo, los pacientes pueden sufrir de pérdida permanente de la audición;

   Como segunda opción plantea la posibilidad de que el célebre pintor resultara aquejado de sífilis, la cual también puede conducir a una pérdida auditiva severa. En el siglo XIX, no había tratamiento para ninguna de estas enfermedades, como recuerda la doctora Hertzano, que presenta su diagnóstico en la 24ª Conferencia de Clinopatología Histórica, que se celebra este viernes en la UM SOM. La conferencia está dedicada al diagnóstico de los trastornos que afligen a figuras históricas; y en el pasado, los expertos se han centrado en las enfermedades de celebridades como Lenin, Darwin, Eleanor Roosevelt y Lincoln.

   "Esto requirió un verdadero trabajo de detective -reconoce Hertzano, experta en los mecanismos celulares y genéticos de la pérdida de audición--. La cuestión de la dolencia de Goya fue un misterio médico fascinante, creo que su caso tiene varias posibilidades plausibles".

   Esta experta señala que el resultado de hoy habría sido completamente diferente. Incluso con su pérdida auditiva, Goya podría haber recibido implantes cocleares, lo que le habría permitido escuchar de nuevo. "No habría vivido una vida sorda después de su enfermedad", apunta Hertzano.

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