Las piernas cansadas, entre los síntomas más habituales de la insuficiencia venosa crónica

Piernas
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Actualizado: lunes, 20 noviembre 2017 13:52

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

Entre los síntomas habituales de la insuficiencia venosa crónica (IVC) más comunes destacan la pesadez en las piernas (47,3%), el dolor (39,7%) y los calambres (33,6%), según ha revelado el 'II Estudio CinfaSalud sobre las Percepciones y hábitos de las mujeres españolas en relación a la salud de sus piernas y la IVC', realizado por Laboratorios Cinfa con el aval de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV).

La IVC es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón. Las venas, al perder elasticidad, se deforman, haciendo que la sangre se acumula en las piernas. Esto se traduce en una sensación de pesadez y cansancio.

Se trata de una enfermedad benigna y controlable, que "no representa una amenaza grave para la salud, si bien es cierto que puede ser incapacitante y afectar a la calidad de vida personal y laboral de los pacientes. De hecho, según ha concluido nuestra investigación, siete de cada diez mujeres españolas están preocupadas por que los problemas circulatorios en las piernas puedan limitar su actividad diaria", ha señalado el experto del Departamento Científico de Cinfa, Eduardo González Zorzano.

DIEZ CONSEJOS PARA MEJORAR LA CIRCULACION VENOSA

1.- Evita permanecer de pie, quieto o sentado largos periodos de tiempo. Cuando por motivos de trabajo o viajes largo debas permanecer mucho tiempo sentado, evita cruzar las piernas y utiliza un reposapiés. Tanto si estás sentado como de pie, durante largos periodos, mueve frecuentemente los pies y las piernas y da breves paseos.

2.- Piernas arriba. Para mejorar el funcionamiento de las venas y tras largos periodos sentado o de pie, túmbate y eleva las piernas por encima del nivel del corazón.

3.- Utiliza medias de compresión terapéuticas. El médico o farmacéutico valorará el grado de compresión y talla más adecuados para ti, ya que son la solución imprescindible tanto en la prevención como en el tratamiento.

4. Sigue una dieta equilibrada y baja en sal. Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación. Para prevenirlos, adopta una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales; y reduce al mínimo el consumo de sal para retener menos líquidos.

5. Hidratación, por dentro y por fuera. Bebe entre 1,5 ó 2 litros de agua diariamente. Hidrata también la epidermis con productos especializados, como cremas o geles para mantener la piel elástica y activar la circulación sanguínea de estas zonas.

6. El deporte, fundamental. Es recomendable la práctica de ejercicio físico moderado de manera regular. Deportes como la natación o caminar diariamente, el baile, la gimnasia y la bici, te ayudarán a activar la circulación sanguínea. También puedes realizar rutinas de ejercicios sencillos indicados específicamente para la IVC.

7. Tras la jornada activa el riego con una ducha y un masaje. Al finalizar la ducha diaria, aplica agua fría en las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la sensación de pesadez. También te pueden ayudar los masajes con geles fríos, desde el pie a la rodilla en sentido ascendente, para activar el retorno sanguíneo.

8. El calzado y la ropa, mejor amplios. Las prendas de ropa muy ajustadas no son aconsejables, ya que pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Igualmente, prioriza el calzado ancho y cómodo, sin un tacón excesivo.

9. Evita el calor. Dado que las altas temperaturas favorecen la dilatación de las venas, es importante que evites las fuentes de calor dirigidas directamente a las piernas. No tomes el sol en las piernas de manera prolongada, no te depiles con cera caliente, y mantente alejado de braseros o saunas.

10. Consulta con el profesional sanitario. Tu médico o farmacéutico pueden orientarte acerca de complementos alimenticios, geles para piernas cansadas y medicamentos específicos para favorecer el retorno venoso.