Los niños deben ser revisados por un ortodoncista a los 6 años, según un experto

Niño en una revisión dental
PIXABAY
Actualizado: martes, 29 agosto 2017 11:53

MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

A la edad de seis o siete años salen los primeros molares definitivos, por ello este momento es el más indicado para que un ortodoncista revise al niño y corrobore que la erupción de la dentadura definitiva se está desarrollando correctamente, según ha señalado el presidente de la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) y Embajador en España de la Asociación Americana de Ortodoncia (AAO), Juan Carlos Pérez Varela.

Además, Varela ha recordado que la ortodoncia no sólo alinea dientes, sino que también trata aquellas irregularidades en el crecimiento de los huesos del maxilar y la mandíbula.

Asimismo, muchos padres creen que el momento adecuado para llevar a los niños al ortodoncista por primera vez es cuando ya tienen los dientes definitivos, esto es demasiado tarde en caso de que sea necesario hacer un tratamiento ortopédico o interceptivo, ya que salen sobre los 12 o los 13 años.

Cuando la malformación es muy evidente suelen ser los propios padres los que consultan. Sin embargo, existen casos en los que se producen irregularidades en el crecimiento de la mandíbula que un ortodoncista puede diagnosticar antes de que el problema sea evidente. Con la detención temprana se evitaría la ortodencia o una operación ortognática, que es aquella que opera los huesos de la cara.

DOLOR DE CABEZA, OÍDOS O ESPALDA, ENTRE LAS CONSECUENCIAS MÁS COMUNES

El hecho de que los dientes no encajen de la forma correcta puede generar problemas de mordida, que, a su vez, pueden originar dificultades de equilibrio, dolores de cabeza, espalda, cuello u oídos.

También se pueden crear alteraciones en la fonación y en el habla. En muchos de esos casos es necesario colocar los maxilares en su posición correcta mediante un tratamiento combinado de ortodoncia con cirugía ortognática en la edad adulta.

Si los dientes superiores y los inferiores consiguen encajar se evita que se vayan desgastando y se vaya cargando la articulación temporomandibular, es decir, la articulación que une la mandíbula con el resto del cráneo.