Jóvenes hospitalizados por lesiones violentas tienen más riesgo de muerte

Fuerte reyerta entre hinchas del Atl. Paranaense y Vasco da Gama.
REUTERS
Actualizado: lunes, 4 enero 2016 8:09

   MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Los adolescentes dados de alta de hospitales en Inglaterra después de un ingreso por lesiones violentas, relacionadas con drogas o alcohol, o autoinfligidas presentan mayor riesgo de muerte subsecuente y de readmisión de urgencia hasta una década más tarde, según revela un estudio publicado esta semana en 'Plos Medicine'.

   La investigación, realizada por Annie Herbert, de la' University College of London' (UCL), en Reino Unido, y sus colegas, demostró que en Inglaterra, los riesgos de muerte después de todos los tipos de lesiones vinculadas con la adversidad fueron un 61 por ciento más elevados que tras lesiones relacionadas con accidentes en las jóvenes y un 113 por ciento más altos en los varones.

   Los adolescentes que sufren una lesión relacionada con violencia a menudo padecen más adelante otras lesiones vinculadas también con el infortunio. Sin embargo, las guías nacionales en Inglaterra estipulan la evaluación psicosocial sólo para las lesiones autoinfligidas.

   Para determinar qué adolescentes en el grupo más amplio están en riesgo más elevado de daño mayor, Herbert y sus colegas utilizaron datos de ingresos hospitalarios del Servicio Nacional de Salud de 1997 a 2012 para niños de 10 a 19 años con ingresos urgentes por lesiones relacionadas con la adversidad o vinculadas con accidentes (333.009 y 649.818 adolescentes, respectivamente).

   Entre los adolescentes dados de alta del hospital después de ser atendidos por una lesión relacionada con la adversidad, una de 137 niñas y uno de 64 niños murieron dentro de los diez años y el 54,2 por ciento de las chicas y el 40,5 por ciento de los niños tuvieron que ser ingresados posteriormente de urgencia.

   Estas tasas fueron aproximadamente entre 1,5 y 2 veces mayor que tras las lesiones vinculadas con accidentes. Los riesgos de muerte fueron más elevados entre los 18 y 19 años de edad (uno en 52 niños y uno en 90 niñas) y en aquellos con cualquier patología crónica (trastornos mental/conductual o respiratorio para adolescentes en este estudio) o que vivían en zonas desfavorecidas.

   La clasificación errónea de algunas lesiones relacionadas con la adversidad, como lesiones vinculadas con accidentes, y la confusión residual por características desconocidas compartidas dentro de los dos grupos pueden afectar a la precisión de estos hallazgos, según los autores.

   Sin embargo, estos resultados identifican una gama más amplia de factores de riesgo de daño posterior. "Estos hallazgos justifican ampliar las políticas nacionales para la evaluación psicosocial después de una lesión autoinfligida a todos los tipos de lesiones relacionadas con la adversidad", aconsejan los investigadores de este trabajo.