Niño, fumar, padres fumando
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Actualizado: lunes, 6 febrero 2017 8:24

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

La exposición al humo de terceros lleva a efectos biológicos sobre el peso y el desarrollo celular que podrían dañar la salud, según concluye una nueva investigación dirigida por científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab) del Departamento de Energía de Estados Unidos. Los autores vieron que los ratones recién nacidos que vivían entre telas tratadas con humo durante tres semanas pesaban significativamente menos que los roedores en un grupo de control.

Por otra parte, los ratones recién nacidos y adultos expuestos al humo de terceros presentaron cambios persistentes en los recuentos de células sanguíneas asociadas con el sistema inmunológico tanto de roedores recién nacidos como adultos. Las alteraciones en el recuento de células sanguíneas se vinculan con reacciones inflamatorias y alérgicas tras la exposición al humo de terceros, según los investigadores.

Los científicos del Laboratorio de Berkeley de la División de Sistemas Biológicos e Ingeniería y el Área de Tecnologías de Energía (ETA, por sus siglas en inglés) se aliaron con investigadores con de UC San Francisco, en Estados Unidos, y 'Nanjing Medical University', en China, para el estudio. Los hallazgos, que se detallan en un artículo que se publica este viernes en 'Scientific Reports', sugieren que los peligros asociados con fumar continúan mucho tiempo después de que se apague el cigarrillo.

"Sospechábamos que los jóvenes son más vulnerables debido a su inmaduro sistema inmunológico, pero no teníamos mucha evidencia para demostrar eso antes", señala el autor principal del estudio, Bo Hang, científico del Laboratorio de Berkeley que previamente encontró que el humo de tercera mano -el que se adhiere a las superficies y los objetos y que dejan los fumadores incluso años después de apagar el último cigarrillo-- podría conducir a mutaciones genéticas en las células humanas.

"En este caso, encontramos que el humo de tercera mano parecía inhibir el aumento de peso en ratones neonatales, pero no en los adultos jóvenes", detalla. Además, el efecto de peso fue temporal: semanas después de que se detuvo la exposición al humo, los ratones comenzaron a ponerse al día en cuanto al peso con sus compañeros no expuestos al humo de tabaco.

Los investigadores señalaron que los bebés y niños pequeños están en mayor riesgo porque entran en contacto con superficies contaminadas mientras gatean o durante la dentición, una ventana crítica del desarrollo del sistema inmune. Aunque los efectos nocivos del tabaquismo activo y del cigarrillo de segunda mano están bien establecidos tras decenios de extensos estudios, la investigación sobre el humo de tercera mano se encuentra todavía en sus etapas iniciales, pero la evidencia está mostrando que el residuo que permanece en las superficies interiores podría ser tan dañino --si no más-- que el humo de segunda mano.

PELIGRO POR LA REACCIÓN DE LA NICOTINA CON EL OZONO Y EL ÁCIDO NITROSO EN EL AIRE

Las alertas surgieron en 2010 cuando la investigación del laboratorio de Berkeley conducida por Hugo Destaillats, Mohamad Sleiman y Lara Gundel del Grupo de Ambiente de Interior del Área de Tecnologías de Energía encontró que la nicotina puede reaccionar con el ozono y el ácido nitroso en el aire para crear aerosoles orgánicos ultrafinos y compuestos que causan cáncer. Análisis posteriores de Hang, Jian-Hua Mao y Altaf Sarker en Berkeley Lab desvelaron que el humo de tercera mano lleva a inestabilidad genética en líneas celulares humanas y de ratón y en modelos de roedores.

Destaillats, Gundel, Hang y Mao son coautores de este nuevo estudio, que va más allá al caracterizar los efectos biológicos de la exposición al humo de terceros, un ambiente creado al colocar piezas de algodón de cinco centímetros cuadrados en las jaulas con los ratones. Los investigadores se centraron en los cambios en el peso corporal y el sistema hematopoyético después de tres semanas de exposición en dos grupos de edad de ratones --desde el nacimiento a las tres semanas de edad (neonatal) y entre 12 y 15 semanas de edad (adulto joven)-- y se les comparó con un grupo control de ratones que no estaban expuestos al humo.

Aunque los efectos sobre el peso sólo se observaron en los ratones neonatos, los cambios en las poblaciones de células sanguíneas fueron evidentes en ambos grupos de edad. En general, hubo mayores niveles de plaquetas y tipos específicos de glóbulos blancos en los roedores expuestos al humo. Por ejemplo, los ratones neonatales expuestos al humo de tercera mano presentaban niveles más altos de eosinófilos: las hembras adultas tenían niveles más altos de neutrófilos y los machos adultos registraban niveles más altos de basófilos, además de que todos los ratones tenían niveles más elevados de células B.

"Son todos los tipos de glóbulos blancos asociados con la inflamación y las reacciones alérgicas --subraya Mao, uno de los autores del trabajo actual--. Y los efectos sobre el recuento de células de la sangre persistieron incluso después de que la exposición terminó. Los cambios se mantuvieron por lo menos 14 semanas después del cese de la exposición para el grupo neonatal, y dos semanas después de que terminó para los adultos".

Los investigadores no estudiaron si los cambios biológicos observados condujeron a enfermedades específicas u otros resultados de salud, pero señalan que otros estudios sugieren vínculos con efectos adversos para la salud. "El humo de tercera mano es un factor de riesgo poco considerado en la salud --apunta el coautor del estudio, Antoine Snijders, de Berkley Lab--. Está claro que se necesitan más y más estudios, particularmente en los seres humanos, para que podamos apoyar decisiones políticas sobre el humo de tercera mano".

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