Diabetes
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Actualizado: lunes, 18 diciembre 2017 14:08

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

La aparición de las nuevas insulinas en este siglo ha permitido un mejor manejo de la enfermedad por lo que el futuro se abre a un abordaje cada vez más personalizado, tanto en prevención como en tratamiento, a través de la epigenética, según el documento 'El valor del medicamento en diabetes', publicado por Farmaindustria dentro de la serie 'El valor del medicamento', que también incluye 'El valor de las vacunas' y 'El valor del medicamento en cáncer'.

La diabetes es un conjunto de enfermedades caracterizado por los elevados niveles de glucosa en sangre (también conocido como azúcar en la sangre). La glucosa en sangre es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos que consumimos. La insulina, una hormona que produce el páncreas, en las células beta de los islotes de Langerhans, ayuda a que la glucosa de los alimentos llegue a las células para usarse como energía.

Algunas veces, el páncreas no produce insulina, o no produce la suficiente, o no la usa adecuadamente y la glucosa no llega al interior de las células, lo que da lugar a que los niveles en sangre estén elevados. Los principales síntomas de la enfermedad son la constante necesidad de orinar, la sed exagerada y urgente, la sensación imperiosa y constante de hambre, la pérdida inusual de peso. Además, los pacientes pueden tener infecciones frecuentes, visión borrosa, cortes, heridas o moretones que tardan en sanar, y hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies.

La diabetes no controlada, en la que se mantienen durante tiempo niveles altos de glucosa en sangre, da lugar a un amplio número de complicaciones que incluyen problemas cardiacos, cerebrovasculares, renales (nefropatía), oculares (retinopatía), insuficiencia circulatoria (pie diabético, úlceras tórpidas) o problemas dentales (periodontitis).

Ahora bien, los 415 millones de personas que padecían la enfermedad en el mundo en 2015 podrían llegar a 642 en 2040, y en España se estima que hay 5,3 millones de pacientes de diabetes (2013, último año disponible), que podrán llegar a ser hasta 7,3 millones en 2035. La mitad de los pacientes de diabetes tipo 2 aún no han sido diagnosticados, por lo que no saben que viven con la enfermedad.

De hecho, más de cinco millones de personas murieron en 2015 a causa de la diabetes o por complicaciones asociadas a la enfermedad, y es la séptima causa de discapacidad en el mundo. En España, en 2013 (último año disponible) murieron 25.202 personas por enfermedades relacionadas con la diabetes, casi 69 muertes al día.

Asimismo, Farmaindustria ha recordado que el tratamiento de la diabetes y sus complicaciones asociadas genera un gasto global anual de 584.000 millones de euros. En concreto, en España, el coste directo de la diabetes para el Sistema Nacional de Salud se estimó en 2010 en 5.809 millones de euros, lo que equivale al 8,2% del gasto sanitario total para el Estado.

De este coste, el 37 por ciento (2.143 millones de euros) es debido a las complicaciones asociadas a la enfermedad. Asimismo, se estima que el coste de los tratamientos farmacológicos supone en torno al 18 por ciento del coste total del tratamiento de esta enfermedad.

El futuro del tratamiento de la diabetes se dirige hacia un abordaje personalizado de cada paciente y, según ha insistido la patronal, la epigenética jugará un papel clave en el futuro inmediato, ya que el estudio de los cambios epigenéticos, tanto en las personas pertenecientes a grupos de riesgo de diabetes como en los pacientes diabéticos, ayudará a identificar más genes candidatos, que son regulados por estos factores, y que podrían dar paso a nuevas terapias personalizadas.

También se están investigando nuevas moléculas estimulantes de las células beta pancreáticas, como los activadores de la glucoquinasa y fármacos para corregir los defectos de las células alfa y beta pancreáticas. La investigación en agentes farmacológicos que podrían selectivamente restaurar el balance energético es actualmente una perspectiva emocionante para futuros tratamientos de la diabetes mellitus tipo 2.

En relación con la insulina, se investiga sobre nuevos análogos de insulinas, de liberación más constante y homogénea, con distintas duraciones de acción y con menores riesgos de hipoglucemia. También se sigue trabajando en la obtención de insulinas que se administren por vía inhaladora.

Finalmente, y aunque las células madre se encuentran todavía en fase de desarrollo, se dispone ya de medidores que facilitan información continua de los niveles de glucosa en sangre y en los tejidos. Estos sensores, conectados a una bomba de insulina, en caso de hiperglucemia, activan la infusión de la dosis que precisa el paciente.

La investigación avanza igualmente en relación a las células madre pluripotenciales capaces de reparar el daño de las células beta de los islotes páncreaticos en pacientes con diabetes mellitus tipo 1. También se han puesto muchas esperanzas en el trasplante de islotes pancreáticos o trasplantes autólogos, para lo que aún es necesario mejorar los conocimientos disponibles sobre estas posibilidades.

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