España cuenta con más discapacitados por accidentes domésticos y de ocio que por los de tráfico

Silla de ruedas
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Actualizado: martes, 13 noviembre 2018 12:40

MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

De los 3,8 millones de dependientes en España, un total de 86.000 personas presentan alguna discapacidad provocada por accidentes domésticos o de ocio, cifra superior a los discapacitados por causa de accidentes de tráfico, aproximadamente 66.000 personas, según ha concluido un estudio de la Universitat de Barcelona presentado este martes.

Es decir, la prevalencia de la dependencia en España por accidentes domésticos y de ocio es del 0,23 por ciento, mientras que la derivada de accidentes de tráfico se estima en un 0,17 por ciento. La prevalencia de la dependencia global en España es 9,7 por ciento.

En el estudio, realizado con datos de la 'Encuesta sobre Discapacidad, Autonomía personal y Situaciones de Dependencia' en 2008, del Instituto Nacional de Estadística, "la dependencia se genera en base a la discapacidad, de forma permanente y no es reversible. Tiene distintos niveles: moderada, severa y gran dependencia", ha explicado la catedrática de Estadística Actuarial por la Universitat de Barcelona, Mercedes Ayuso.

La investigación, que partía con el objetivo de poner de manifiesto la incidencia que determinados factores accidentales tienen en los estados de dependencia en nuestro país, considera la misma, según ha definido Ayuso, como la situación en la que la persona adquiere un determinado estado permanente que lleva asociado la necesidad de ayuda de terceras personas.

Por su parte, los accidentes domésticos son aquellos eventos no intencionales que provocan lesiones físicas o psicológicas en individuos dentro del hogar o en dependencias asociadas al hogar; los de ocio son aquellos que se producen durante la realización de actividades recreacionales, de ocio, deportivas o educativas. No incluyen suicidios, autolesiones, accidentes de tráfico o las derivadas de algún tipo de violencia.

"El impacto de este tipo de accidentes es realmente significativo", ha valorado la catédratica de la Universitat de Barcelona. De hecho, el estudio arroja que los accidentes domésticos y de ocio tienen una mayor incidencia en todas aquellas discapacidades asociadas a problemas de movilidad y realización de esfuerzo físico.

En concreto, el 59,82 por ciento de los discapacitados por un accidente doméstico y el 45,39 por ciento de los que se encuentran en esa situación por un accidente de ocio, tienen dificultades para caminar o para desplazarse fuera de su vivienda sin ayudas. Además, el 42,77 por ciento y el 32,85 por ciento respectivamente tienen dichas dificultades dentro de la misma vivienda.

Por su parte el 56,06 por ciento de los discapacitados por accidente doméstico y el 42,22 por ciento de los de ocio se enfrentan a problemas de desplazamiento al utilizar medios de transporte como pasajeros sin ayuda. Estas personas también presentan dificultades en relación a su propio autocuidado, como vestirse.

DEPENDIENTES POR EDAD Y SEVERIDAD DE LA MISMA

En referencia a la edad, el número de personas dependientes como consecuencia de haber sufrido un accidente de ocio es mayor en las personas más jóvenes, especialmente en el rango que llega hasta los 34 aos, donde puede llegar a ser hasta cinco veces superior al número de personas dependientes como consecuencia de haber sufrido un accidente en el hogar.

Sin embargo, a partir de los 54 años, las tasas de prevalencia por accidentes domésticos aumentan de forma más pronunciada que las asociadas al resto de causas. Los resultados confirman la tendencia que asocia los accidentes en el hogar como una de las principales causas de discapacidad en personas mayores.

En referencia a la severidad de la dependencia, la incidencia de los accidentes domésticos en las necesidades de cuidados de larga duración se observa a partir de los 45 años de edad, en los grados de dependencia moderada y dependencia severa. No obstante, es en la población mayor de 65 años donde se pone de manifiesto una mayor incidencia de dicha causa.

A partir de los 75 años de edad prácticamente el 70 por ciento de la población dependiente por haber sufrido un accidente en el hogar necesita ayuda de terceras personas, frente al 42 por ciento dependiente por otros motivos. Se observa un crecimiento muy pronunciado para la gran dependencia que aumenta desde tasas del 2,48 por ciento entre los 65 y 74 años de edad, hasta tasas del 28,49 por ciento para las personas mayores de 85 años.

Por su parte, los accidentes de ocio presentan una fuerte incidencia en la prevalencia de la dependencia más extrema hasta los 24 años de edad, aunque también en el intervalo de edades comprendido entre los 45 y los 54 años. No obstante, el impacto es también importante en otros rangos de edad, con prevalencias para el resto de grados de severidad moderada y severa superiores a las observadas por otras causas.

COSTES EN CUIDADO DE LA DEPENDENCIA

La estimación de los costes asociados a cuidados de larga duración en España como consecuencia de haber sufrido un accidente en el hogar o en una actividad de ocio fue de 781 millones de euros en 2016, lo que representa el 0,07 por ciento del Producto Interior Bruto.

"Los resultados obtenidos en el estudio ponen de manifiesto la relevancia que a este tipo de accidentabilidad debe darse en nuestro país", ha indicado Ayuso, atribuibles a "los cambios en los hábitos de vida de las personas, como el incremento de la realización de actividades deportivas o mayor propensión a viajar, y la mayor longevidad de los individuos, ya que son las personas mayores las que más sufren accidentes domésticos".

En este sentido, "de no ser contrarrestados por políticas preventivas eficientes, hacen prever un incremento de este tipo de accidentes", ha manifestado Ayuso, que ha incidido en otorgar más relevancia a estos accidentes por parte de las entidades públicas, como con las campañas de seguridad vial se hace actualmente. "La de tráfico es mucho más significada en España", ha resumido.

De forma paralela, ha apuntado a que las personas mayores reciban información sobre las consecuencias de los accidentes domésticos y a las personas más jóvenes sobre las derivadas de accidentes de ocio, lo que puede ayudar a diseñar políticas más efectivas sobre el problema.