Consumir marihuana en la adolescencia no provoca problemas de salud física y mental después

Actualizado: miércoles, 5 agosto 2015 10:26

 

   MADRID, 5 (EUROPA PRESS)

   El consumo crónico de marihuana en la adolescentes no parece estar relacionada con problemas de salud física o mental posteriores, como depresión, síntomas psicóticos o asma, según un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología.

   Investigadores de la Universidad de Pittsburgh y la Universidad de Rutgers han estudiado a 408 varones desde la adolescencia hasta pasados los 30 años para un estudio que ha publicado la revista 'Psychology of Addictive Behaviors'.

   "Lo que encontramos fue un poco sorprendente --ha admitido el autor principal, Jordan Bechtold, investigador de psicología de la Universidad de Pittsburgh Medical Center--. No hubo diferencias en ninguno de los resultados de salud mental o física que medimos con independencia de la cantidad o la frecuencia de la marihuana consumida durante la adolescencia".

   El consumo de marihuana ha sido objeto de un intenso estudio al tiempo que varios estados norteamericanos hayan legalizado la droga, lo que llevó a los investigadores a examinar si el uso de marihuana entre adolescentes tiene consecuencias para la salud a largo plazo.

   Según lo hallado en algunos estudios previos, esperaban encontrar un vínculo entre el uso de marihuana entre adolescentes y el posterior desarrollo de síntomas psicóticos (delirios, alucinaciones, etc.), cáncer, asma o problemas respiratorios, pero no encontraron ninguna.

   El estudio tampoco encontró ningún vínculo entre el uso de marihuana entre adolescentes y la depresión, ansiedad, alergias, dolores de cabeza o presión arterial alta. Este estudio uno más entre los que se realizan sobre los efectos en la salud a largo plazo del uso de marihuana entre adolescentes que han seguido a cientos de participantes durante más de dos décadas de su vida, reconoce Bechtold.

ESTUDIO DURANTE 12 AÑOS

   La investigación parte de un estudio sobre jóvenes de Pittsburgh que se inició el seguimiento de los estudiantes masculinos de 14 años de edad de escuelas públicas a finales de 1980 para analizar diversos temas de salud y sociales. Durante 12 años, los participantes fueron encuestados anualmente o semestralmente, con una una encuesta de seguimiento se llevó a cabo con 408 participantes entre 2009 y 2010 cuando tenían 36 años.

   La muestra del estudio fue del 54 por ciento de alumnos negros, 42 por ciento de blancos y 4 por ciento de otras razas o etnias. No se registraron diferencias en los resultados basados en la raza o el origen étnico. No se analizó a mujeres y entre los hombres investigados relativamente pocos tenían síntomas psicóticos.

   Los participantes fueron divididos en cuatro grupos en función de su consumo de marihuana: no usuarios (46%); usuarios crónicos tempranos (22%); los que solo fumaron marihuana durante la adolescencia (11 por ciento); y los que empezaron a consumirla después de la adolescencia y siguieron haciéndolo después marihuana más tarde en sus años de adolescencia y continuó usando la droga (21 por ciento).

   Los usuarios crónicos tempranos reportaron mucho mayor uso de la marihuana, que aumentó rápidamente durante la adolescencia a un pico de más de 200 días al año de consumo medio cuando tenían 22 años y luego se recudía según se hacían mayores.

   Los investigadores controlaron otros factores que podrían haber influido en los resultados, incluyendo el tabaquismo, el uso de otras drogas ilícitas y el acceso de los participantes a los seguros de salud.

   "Nuestra intención al realizar este estudio es aportar datos al debate sobre la legalización de la marihuana, pero es un tema muy complicado y un estudio no debe ser tomado en forma aislada", puntualiza Bechtold.