LONDRES, 19 Ago. (Reuters/EP) -
Un estudio realizado por una agencia del Departamento Británico de Salud, en Reino Unido, ha revelado que los cigarrillos electrónicos son un 95 por ciento menos perjudiciales para la salud que el tabaco, por lo que podría promocionarse como una herramienta para dejar de fumar.
El uso de estos dispositivos ha aumentado considerablemente en los últimos años pero las autoridades sanitarias han preferido ser cautas a la hora de recomendarlos como una alternativa al tabaco más segura ante las dudas sobre los efectos para la salud.
Sin embargo, este trabajo demuestra ahora que "aunque no son totalmente inocuos, solo provoca una parte del daño que causa el tabaquismo", según ha explicado Kevin Fenton, autor del estudio, tras comprobar que la mayoría de los productos químicos que causan las enfermedades relacionadas con el tabaquismo no están presentes en estos dispositivos.
Asimismo, el estudio ha demostrado que la exposición al vapor que liberan los cigarrillos electrónicos es también "mucho menos dañina" que el humo del tabaco, lo que se conoce como tabaquismo pasivo o de segunda mano.
El trabajo, financiado con fondos públicos, contradice un informe publicado en 2014 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que se exigía una regulación estricta de estos dispositivos para, entre otras cuestiones, prohibir su venta a menores y su uso en espacios cerrados.
Asimismo, también contradice el hallazgo de otro estudio realizado por investigadores de la Universidad del Sur de California publicado esta misma semana que revelaba que los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos tienen más del doble de probabilidades de fumar tabaco, en comparación con quienes no los han utilizado nunca.
De hecho, los autores de este trabajo creen que los cigarrillos electrónicos podrían convertirse en una forma barata de reducir el tabaquismo en aquellas zonas más desfavorecidas en las que sigue habiendo una elevada proporción de fumadores, y criticaron las campañas que las señalan como una "puerta de entrada" al tabaco.
"No hay evidencia de que los cigarrillos electrónicos estén frenando la caída de las tasas de tabaquismo en Reino Unido", ha añadido Ann McNeil, también autora del estudio, que ha animado a los fumadores a "pasarse al vapeo" y dejar de fumar.
La mayoría de los 2,6 millones de adultos que utilizan los cigarrillos electrónicos en Reino Unido son o han sido fumadores que recurren a ellos para intentar dejar de fumar, y sólo el 2 por ciento de los jóvenes son usuarios habituales, refleja también el estudio.
