Asma infantil, ¿qué pasa de adulto?

Asma infantil, ¿qué pasa de adulto?
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Actualizado: jueves, 19 noviembre 2015 10:08

   MADRID, 19 Nov. (INFOSALUS) -

   La mayoría de adultos que padecen asma comienzan a presentar la enfermedad en la infancia. El asma es una enfermedad en la que los bronquios se muestran especialmente sensibles y reactivos ante múltiples estímulos externos e internos.

   ASMA EN ADULTOS Y EN NIÑOS

   Según explica a Infosalus la doctora Amparo Escribano, neumopediatra y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el asma, como tal, es la misma enfermedad en niños y adultos que expresan la misma sintomatología, sin embargo, la proporción de niños "asmáticos" es mayor que en los adultos porque muchos de estos niños no seguirán con la enfermedad en la vida adulta.

    "Esto se debe a que el tamaño reducido de las vías respiratorias infantiles lleva a que las infecciones repetidas que provocan inflamación de la mucosa bronquial e hipersecreción mucosa, provoquen mas fácilmente que en el adulto o en el niño mayor, fenómenos de bronco-obstrucción desencadenando una sintomatología similar a la que se presenta en el asma", apunta la doctora, jefa de la Unidad de Neumología Infantil y Fibrosis quística del Hospital Clínico Universitario de Valencia y profesora titular de Pediatría de la Universidad de Valencia.

LA ESPIROMETRÍA ES LA TÉCNICA QUE PERMITE EVALUAR LA FUNCIÓN PULMONAR

   La espirometría es la técnica que permite evaluar la función pulmonar y medir la reducción del flujo aéreo, que se produce como consecuencia de la bronco-obstrucción. Sin embargo, al necesitar la cooperación del paciente solo suele ser aplicable a partir de una cierta edad.

   Además, incluso en aquellos que pueden realizarla, muchas veces puede ser normal, por eso, en un niño pequeño con síntomas y signos "asmáticos" (toses repetidas, "pitos" al respirar, o dificultad respiratoria) se utilizan determinadas valoraciones, como el Índice Pronóstico de Asma (IPA). El IPA, en base a unos determinados criterios diagnósticos permite establecer un pronóstico

   "Así, los niños menores de 5 años con clínica asmática y un IPA positivo (que cumplen unos determinados criterios), tienen 70% de probabilidades de seguir siendo asmáticos a los 11 años", indica la doctora Escribano.

   El tratamiento para vencer la inflamación bronquial, que es la base fisiopatológica que explica la respuesta exagerada bronquial y la sintomatología, es el mismo en niños que en adultos. Por este motivo, y ante el riesgo de Infra-tratamiento, se admite el diagnóstico de "asma" en el niño pequeño, para que así reciba un tratamiento adecuado y siga los controles oportunos en Atención Primaria y en Neumología.

EXACERBACIONES REPETIDAS Y TOS NOCTURNA

   La doctora aclara que aunque los niños responden en un altísimo porcentaje al tratamiento antiasmático, el asma no se cura. Por ello, cuando la respuesta al tratamiento no es buena, hay que plantear otros posibles diagnósticos.

   En adultos, las manifestaciones asmáticas no suelen ser en forma de exacerbaciones repetidas, lo que sí sucede en el niño, sino en forma de síntomas mas o menos reiterados o relacionados con ciertos estímulos. Los niños refieren sobre todo episodios agudos de tos, pitos, fatiga o disnea, que suelen ser desencadenados por las infecciones y durar entre 5, 10 y 15 días, revirtiendo con el tratamiento. Existen grados y cuantos más episodios más grave es la situación.

   Además de las infecciones (que son los desencadenantes mas frecuentes), otros factores como los cambios de temperatura, la polución, el tabaquismo, el ejercicio, etc., también pueden producir reagudizaciones. Los niños no siempre notan los pitos, ya que se acomodan a ellos y, dentro de los síntomas asmáticos, la tos es el motivo de consulta más frecuente para acudir al pediatra, sobre todo si predomina por la noche y con el ejercicio.

   Los niños más mayores se quejan en ocasiones de dolor en el pecho, por ello son referidos en muchos casos en un primer momento al cardiólogo ya que existe miedo de muerte súbita por una cardiopatía, "cuando en realidad se trata de una opresión en el pecho que ellos describen como dolor y que se debe al asma", aclara Escribano.

ORIGEN MULTIFACTORIAL DEL ASMA

   Aunque existen muchos estudios sobre la asociación entre el desarrollo de asma y prematuridad, ganancia ponderal, la contaminación, el tabaquismo de los padres y otros factores ambientales, lo cierto es que sus resultados no son concluyentes.

   Las exacerbaciones de asma en los niños sí se han relacionado con claridad con factores como la contaminación ambiental, pero no así su origen (este factor no aumenta el número de asmáticos). El tabaquismo parental pre y postnatal, es otro factor implicado, pero existen estudios en los que este vínculo no se ha demostrado.

En cuanto a las causas inmunológicas, se ha relacionado el asma con la atopía y las alergias, que aunque son entidades distintas, sí se suman y potencian el riesgo de asma crónica.

   "Alergia y asma son entidades que se confunden entre sí, cuando existen niños asmáticos que no son alérgicos, alérgicos que no son asmáticos y niños en los que presentando ambas cosas su influencia es diversa. En general la atopía suele condicionar o favorecer el asma crónica ya que el/los alérgeno/s frente a los que el niño reacciona anómalamente, actúan como disparadores/agudizadores de su enfermedad", señala la neumóloga pediátrica.

   Existen además menos estudios en niños que en adultos porque las pruebas diagnósticas son más complejas en los menores. Los niños están en un continuo cambio físico y la inflamación asociada al asma también.

PERDER EL MIEDO A LOS CORTICOIDES INHALADOS

   "Ha habido mucha discusión sobre la escasa respuesta a los broncodilatadores en edades precoces, y en el uso de los corticoides en la infancia. Está absolutamente demostrada la acción eficaz de ambos en el tratamiento del asma. Los primeros como tratamiento sintomático, los segundos como antiinflamatorio, que -a las dosis empleadas en niños- carecen de efectos secundarios. Las dosis manejadas por vía inhalatoria, son mil veces menores que las que se administran por vía oral, que en caso de mantenerse a largo plazo o en tandas repetidas desencadenan efectos secundarios", aclara Escribano.

   Los niños que comienzan a manifestar síntomas asmáticos muy precozmente suelen mantener esta sintomatología y precisar tratamiento durante varios años, pero hasta que no son mas mayores, es difícil catalogar si serán asmáticos en la vida adulta.

   Cuando son capaces de realizar espirometrías se puede ya valorar la alteración de la función pulmonar y la respuesta al tratamiento broncodilatador (signos objetivos de asma) aunque en muchos niños asmáticos no reagudizados, la espirometría puede ser normal, ya sea porque están siendo correctamente tratados o porque su asma es leve y aún no ha provocado un deterioro funcional.

   Para afinar el diagnóstico de asma, en estos casos se proporciona un broncodilatador al niño para observar si el bronquio está constreñido o una prueba que, mediante un soplido evidencia la existencia de eosinófilos, que producen inflamación, y cuyos valores elevados indican el asma.

   Por último existen las denominadas 'pruebas de provocación' en las que mediante la administración por vía nebulizada de determinadas sustancias bronco-constrictoras, a dosis progresivamente crecientes, los niños con asma reaccionan ante pequeñas dosis, con disminución de los valores de la espirometría, cosa que no ocurre en los que no tienen asma.