Analizan la salud de los supervivientes de cáncer ocular

Ojo humano
PIXABAY / UNSPLASH
Actualizado: lunes, 11 enero 2016 8:35

   MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Se sabe poco sobre la salud a largo plazo de los sobrevivientes de cáncer infantil que afecta a la visión, pero dos nuevos estudios, que se publican en la edición digital temprana de la revista 'Cancer', proporcionan información valiosa que podría influir en la atención al paciente y su seguimiento. El retinoblastoma es el tumor ocular más común de los niños pequeños y puede afectar a uno o ambos ojos.

   Las tasas de supervivencia son excelentes en Estados Unidos y se espera que los pacientes vivan durante muchos años después de terminar la terapia contra el cáncer. Informes anteriores sobre las complicaciones relacionadas con el tratamiento de los sobrevivientes de retinoblastoma han sido limitados por un pequeño número de participantes o se han centrado exclusivamente en problemas específicos, tales como problemas de los ojos/la visión o nuevos cánceres.

   Para proporcionar un informe más completo, un equipo dirigido por Danielle Novetsky Friedman, del 'Memorial Sloan Kettering Cancer Center' en Nueva York, Estados Unidos, evaluó los problemas de salud a largo plazo de 470 sobrevivientes de retinoblastoma adultos del ¡Childhood Cancer Survivor Study¡ que fueron diagnosticados entre 1932 y 1994 y fueron seguidos durante una media de 42 años. Se comparó a los supervivientes con 2.377 individuos no afectados de similar edad, sexo y raza.

   Los investigadores hallaron que los adultos sobrevivientes de retinoblastoma se encontraban en mayor riesgo de desarrollar varios problemas médicos, incluyendo un segundo cáncer, en comparación con las personas no afectadas. Este incremento del riesgo fue impulsado en gran medida por las personas con retinoblastoma en ambos ojos, un grupo que es conocido por albergar riesgo genético para el desarrollo de nuevos tipos de cáncer.

   De hecho, cuando los investigadores excluyeron los problemas de visión y los nuevos tipos de cáncer, los que tenían antecedentes de enfermedad en un ojo no presentaban mayor riesgo de problemas médicos crónicos en comparación con los individuos no afectados de parecida edad, sexo y raza. Es importante destacar que la gran mayoría de los sobrevivientes de retinoblastoma calificaron su salud general como "de sobresaliente a notable", lo que indica que esta población continúa manteniendo salud relativamente normal, muchos años después de terminar la terapia.

   "Los nuevos datos presentados en este informe servirán de guía práctica para oncólogos, oftalmólogos, médicos y proveedores de atención primaria que participan en el cuidado a largo plazo de los sobrevivientes de retinoblastoma, ayudándoles a identificar a aquellos con mayor riesgo de problemas de salud", apunta Novetsky Friedman. "El cribado basado en el riesgo de por vida de esta población permitirá el tratamiento oportuno de cualquier problema médico que pueda surgir", añade.

LA CEGUERA, VINCULADA A SOLTERÍA Y DESEMPLEO

   En un artículo adjunto, Peter de Blank, de 'Case School Western Reserve University School of Medicine' y 'UH Rainbow Babies & Children's Hospital' en Cleveland, ambos en Estados Unidos, y sus colegas informan sobre los resultados del 'Childhood Cancer Survivor Study' en relación a los efectos a largo plazo de la ceguera en niños con tumores cerebrales. El estudio incluyó a 1.233 sobrevivientes de tumores cerebrales infantiles, un 22,5 por ciento de los cuales tenía deficiencia visual.

   La pérdida de visión en la infancia no afectó a los resultados psicológicos cuando los pacientes llegaron a la edad adulta, pero la ceguera en ambos ojos se asoció con un mayor riesgo de estar soltero, vivir con un cuidador y no tener empleo. Una pérdida de la visión más limitada --como en un solo ojo-- no estaba claramente asociada con resultados negativos.

   De Blank observó que en aproximadamente un tercio de los casos, los tratamientos de quimioterapia mejoraron la visión en niños con tumores cerebrales que afectan a las vías visuales. Otra tercera tendrá su visión estabilizado, y otro tercio tendrá su visión se deteriora a pesar del tratamiento intenso.

   "Esperamos que este estudio ayude a aportar información para la toma de decisiones terapéuticas haciendo que los pacientes consideren los riesgos y beneficios de la terapia -dice--. Y para la tercera parte de los pacientes cuya visión continuará deteriorándose, esperamos que este trabajo proporcione evidencia de que para muchos sobrevivientes los efectos a largo plazo del trastorno de la visión no tienen que afectar en sus resultados psicológicos o socio-económicos a largo plazo".