El abuso de insecticidas provoca que algunos mosquitos se vuelvan resistentes

Dr. Javier Lucientes
CEDIDA
Publicado: martes, 17 julio 2018 17:13

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El abuso de sustancias químicas en los insecticidas ha provocado la aparición de mosquitos resistentes a dichas sustancias, de modo que con esta técnica sólo se está matando al 15% de algunos vectores, según ha afirmado el Dr. Javier Lucientes Curdi, de la Universidad de Zaragoza.

Esta mañana el ciclo de conferencias establecido dentro del programa de CampusÁFRICA 2018: Las sociedades africanas frente a los retos de la globalización, se ha iniciado con el ciclo de conferencias: Control de enfermedades emergentes.

El primero en intervenir fue el Dr. Javier Lucientes Curdi, que expuso el trabajo que se viene realizando en lo que respecta al control de vectores (mosquitos causantes de patologías).

Según el especialista, "está claro que el principal objetivo es reducir este número de vectores, algo que debemos hacer de forma multifactorial ya que sería un error quedarnos con una acción aislada".

El investigador destacó principalmente la necesidad de conocer en profundidad las características y evolución biológica de los mosquitos. "Para que el control sea efectivo hay que monitorizar y controlar al mosquito para ver si lo que hacemos es eficaz o no", añadió. De igual modo, destacó que "el control de vectores para evitar el contagio de enfermedades nos cuesta cada vez más, de ahí que sea necesario actuar de forma efectiva", puntualizó.

Lucientes apostó por la lógica a la hora de controlar las zonas de cría de los mosquitos como fórmula para evitar que el gasto en las tareas de control se dispare. "Si somos capaces de limpiar nuestro entorno, de eliminar el agua estancada, entre otras tareas, eliminaremos los reservorios de estos insectos y evitaremos el uso de agentes químicos que son agresivos y caros", aseveró.

Uno de los principales problemas a la hora de llevar a cabo este control es la capacidad de las especies de adaptarse y generar una resistencia ante los insecticidas. "El abuso de sustancias químicas ha provocado la aparición de mosquitos resistentes a las sustancias químicas, de modo que con esta técnica solo se está matando al 15% de algunos vectores. Ante esto lo que estamos haciendo es rotar y combinar el uso de las sustancias con el objetivo de sorprender y eliminarlos", afirmó el Dr. Lucientes.

TÉCNICAS DE CONTROL, COSTE Y EFICACIA.

Entre las técnicas más novedosas para el control está el uso de microcápsulas insertadas en pintura, de modo que estas se van liberando de forma progresiva y prolongada. "Este tipo de pinturas es muy interesante porque puede tener una efectividad de hasta tres años", añadió. Destacó también el uso de plásticos impregnados con insecticidas.

"Este tipo de sistema se utiliza porque es muy seguro ya que se puede aplicar a la fabricación de mosquiteras, por ejemplo. De una forma parecida funcionan los respiraderos con insecticida que se colocan en las casas y que matan a los mosquitos una vez que entran en contacto", agregó.

Países como Israel están utilizando en estos momentos los denominados cebos tóxicos como herramientas de control. "Este sistema se basa en la colocación de un cebo dulce que atrae al mosquito común y este, al succionar esta sustancia, muere. Es un sistema simple y efectivo, pero en Europa no se puede aplicar porque también atrae a polinizadores y por lo tanto, si se usara acabaría con las abejas y provocaría un problema mayor", señaló.

El coste económico de algunas sustancias complica el control y la erradicación de los vectores en algunos países. "En la actualidad se están utilizando productos que normalmente se emplean en la ganadería, que ciertamente son más efectivos, pero también más costosos", añadió.

RESISTENCIA Y CONTAGIO

Por su parte, el Dr. Manuel Segovia Hernández, responsable de la Unidad Regional de Medicina Tropical de Murcia, presentó: La resistencia a los antimicrobianos. Un problema emergente. "El miedo al contagio es uno de los grandes temores de la humanidad y de hecho cuando surge una enfermedad nueva e infecciosa se crea una alerta social", destacó el ponente al inicio de su exposición.

La resistencia a los antimicrobianos es cuestión de tiempo. "Para que se hagan una idea la resistencia a la penicilina no tardó mucho en aparecer, algo de lo que alertaba el propio Fleming".

El Dr. Segovia señaló a la "resistencia adquirida" como la tendencia actual que mayores problemas clínicos genera, una situación que se relaciona directamente con el mal uso de los antibióticos. "Tenemos que usar los medicamentos de forma racional, siendo consciente de que lo estamos usando y aplicando".

Esta resistencia es la que hace que los antibióticos no siempre actúen de la forma esperada. Circunstancia que se produce por la capacidad de la bacteria de mutar o por la propia inactivación o modificación del fármaco. "Este es un tema muy serio, actualmente se puede afirmar que este es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos ya que esta resistencia es causante de unas 25 mil muertes al año".

El origen de la multiresistencia es variado, el contacto con enfermos, el uso de material médico que no esté bien esterilizado, entre otros. Sin embargo, el Dr. Segovia destacó como causa principal para evitar esta situación las acciones preventivas como el lavado de las manos. "Lavarse las manos puede evitar el contagio de muchas enfermedades. En los últimos años no nos hemos tomado esto en serio, hemos perdido el miedo y muchas patologías viajan a través de las manos", afirmó.

La jornada la cerró el Dr. Óscar Octavio Noya González, del Instituto de Medicina Tropical, en cuya disertación abordó las dificultades actuales para controlar la malaria a nivel mundial. Entre las principales dificultades que se afronta, destaca la propagación de la malaria, combinada en múltiples formas, y que aparece en diferentes especies de animales. "En Venezuela estamos viviendo una gran crisis de la malaria, ahora mismo en tan solo 6 meses llevamos más de 2.000 casos", señaló el experto.

Una circunstancia que, según el Dr. Noya, coloca esta patología como una enfermedad que no se va a poder erradicar. "Su eliminación es complicada porque vemos cómo se adapta a diferentes reservorios, es decir, afecta a especies diferentes", puntualizó.