Tumor de glándula parótida, ¿es curable?

Tito Vilanova
Foto: FCB
Actualizado: miércoles, 17 junio 2015 10:20

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El tumor de glándula parótida no es ni mucho menos un tumor frecuente, ni tampoco el más agresivo ya que, como norma general, si es detectado en una fase temprana, se realiza la intervención adecuada y no se producen recidivas es curable, ha explicado a Europa Press la oncóloga médica del MD Anderson Cáncer Center Madrid, la doctora Pilar López Criado.

   Este tumor, por el que ha fallecido este viernes el exentrenador del FC Barcelona Tito Vilanova haber recaído en la enfermedad, se produce en los conductos salivales, concretamente en la parótida que es la glándula salivar más grande, la que se encuentra en la zona de las paperas, y es bilateral.

   El problema es que "no tiene síntomas típicos y durante mucho tiempo puede pasar por un bulto y no dar más síntomas que una inflamación", explica. Lo más común  es que se trate de un tumor benigno, sin embargo puede ser cancerosos en un pequeño porcentaje, en este caso hay que tener en cuenta que "hay varios tipos de tumor maligno en la parótida y tienen comportamientos diferentes".

   Dependiendo del tipo de carcinoma que se tenga los riesgos son diversos, "algunos tienen una tendencia muy alta a ser un problema local durante un tiempo largo y otros tiene tendencia a diseminarse", explica esta experta, quien reitera que "lo más frecuente tener una inflamación y que sea un proceso benigno".

   No obstante, ante la detección de cualquier bulto en la parótida o cualquier molestia en esa zona o próxima, "y sobre todo si es persistente", se debería consultar con el otorrino, que "sabrá diferenciar si se trata de una patología tumoral o inflamatoria" y, en caso de duda, realizará una biopsia para descartar.

   "A veces hay tumores de parótida en los que no es fácil de diferenciar si es benigno o maligno. Una vez confirmado que es un tumor maligno hay que descartar que no haya metástasis porque en ese caso el tratamiento y el pronóstico sería otro", advierte.

   Normalmente son enfermedades locales que tiene opción de curarse con cirugía y que pueden pasar por eliminar la parótida; el principal problema de esta intervención es que puede afectar al nervio facial y puede deformarse un poco la cara. Si el tumor es grande hay que radiar bien para que quede totalmente curado, ya que en caso de no eliminarlo todo puede extenderse, por eso es importante que "la intervención se realice bien desde el inicio y se sea exigente en la operación".

   No obstante, "a veces por la propia naturaleza del tumor, éste tiene tendencia a reproducirse y esto ya es otra pelea; tanto por recaídas locales como por enfermedad diseminada, se puede convertir en una enfermedad incurable, aunque hay que verlo caso a caso", explica.

   Por lo tanto, "si se detecta a tiempo y se opera bien, lo normal es que la supervivencia sea buena, la mortalidad dependerá del estadio y del tipo de tumor, y siempre teniendo en cuenta que se encuentra en fase avanzada", del mismo modo las recaídas empeoran el pronóstico y, por tanto, la supervivencia.

    "Las recidivas, como en cualquier tumor, ensombrecen el pronóstico y aumentan las complicaciones", y, en este sentido, hay que tener en cuenta que "a veces no mata el tumor sino las complicaciones asociadas al tumor".

   Todos los condicionantes anteriores "aumentan las probabilidades de que el proceso se complique y  que lo que es enfermedad curable en inicio se convierta en algo mucho más complicado", ya que aumentan  la tendencia de recidivas locales una y otra vez y las posibilidades de incurabilidad, y, por tanto, mortalidad.

   Al no ser un tumor frecuente el conocimiento sobre el mismo no es tan amplio como en otros tumores malignos, aunque la doctora destaca que se asocia su riesgo en personas que se hayan radiado por otro tipo de tumor, personas que están expuestas a radiaciones y se piensa que también podría aumentar su riesgo algunas sustancias toxicas.