Claves para preparar la voz ante el inicio del curso

Boca gritando, voz
Foto: GETTY/LONELY__
Actualizado: lunes, 25 agosto 2014 16:13

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Eliminar el consumo de tabaco y el estrés y beber unos dos litros de agua al día resultan claves para mantener una voz saludable ante el inicio del curso, así como utilizar el tono y el volumen adecuados (ni chillar, ni susurrar) y no intentar superar al hablar el ruido ambiental.

   Así lo aconseja la logopeda de Quirón Tenerife, Miryam Mederos, que recomienda a todos los profesionales que pasan la mayor parte de la jornada laboral hablando, como los docentes, que incorporen a su rutina diaria estos hábitos de higiene vocal de cara al comienzo del nuevo curso para evitar problemas durante su desarrollo.

   Según Miryam Mederos, otra recomendación es evitar los productos que irritan la garganta, como el alcohol, el humo o los alimentos y bebidas muy fríos o muy calientes; también es preferible no frecuentar los ambientes con mucho polvo.

   Aunque pueda parecer que no existe relación, la experta considera importante mantener una postura corporal correcta que evite tensiones en el cuello y la cara y, cuando no quede más remedio que gritar, y aclara que la mejor forma de no dañar las cuerdas vocales es hacerlo con el máximo apoyo abdominal para reducir al mínimo la tensión en el cuello.

   "El carraspeo tampoco es recomendable. Si sentimos la necesidad de hacerlo es preferible toser de forma suave para despejar la garganta", indica esta especialista. En el caso específico de los docentes, recuerda que las tizas redondas son mejores que las cuadradas, pues estas últimas generan más polvo y resecan la garganta.

   Igualmente les aconseja servirse de sonidos para llamar la atención (palmadas, silbidos, timbres) y que aprendan técnicas de proyección vocal para hacerse oír sin tener que subir el tono de voz. "Hay muchas formas no vocales de mantener la disciplina de los niños y atraer su atención y cada docente debe encontrar la suya", apunta Miryam Mederos, que también recomienda evitar hablar de forma prolongada a larga distancia, como ocurre en todos los patios de recreo, y utilizar sistemas alternativos para educar, como vídeos, fotos y grabaciones.

   La experta apunta también que un buen truco para mantener el silencio en las aulas sin gritar es dar golpes secos y melódicos sobre la mesa y gesticular de forma que parezca que estamos hablando mientras los alumnos miran al profesor; la reacción más habitual es que se callen e intenten escuchar lo que se les quiere decir.

ENTRENAMIENTO

   Mederos señala que todos estos consejos ayudan, pero no funcionarán correctamente si la persona afectada no tiene una buena técnica. "Muchos de estos hábitos --continúa-- se pueden adquirir con entrenamientos dirigidos por logopedas, que somos especialistas en evaluar, diagnosticar y rehabilitar los problemas, disfunciones, retrasos o trastornos que se producen en la comunicación, el lenguaje, el habla, la voz y la deglución".

   La logopeda explica que los trastornos de la voz se suelen iniciar con fatiga al final de la jornada o después de pasar cierto tiempo hablando y que suelen desaparecer con el descanso. "Tener que hacer reposo de forma habitual después de un trabajo vocal intenso es posiblemente un signo de mal funcionamiento del sistema fonatorio. Si alguien se pone ronco con frecuencia o tiene alguna dolencia, por regla general no bastará con estos consejos, sino que deberá acudir a la consulta para tener una voz adecuada", añade.

   Si no se toman las medidas adecuadas, la fatiga puede volverse crónica y asociarse a sensaciones extrañas en la garganta, como quemazón, irritación y resquemor; y estar asociada al carraspeo. "Es en este momento cuando debemos acudir a un otorrino o a un logopeda", apunta la logopeda.

ESPECIAL CUIDADO

   "Los docentes han de tener especial cuidado con su voz, debido a que pasan la mayor parte de la jornada laboral hablando en lugares con fuerte resonancia o en espacios abiertos y ruidosos", apunta Mederos, que ha querido dejar claro que todos los movimientos para transmitir la voz "se deben realizar en máximo equilibrio, de forma que podamos hablar con facilidad y con el menor gasto de energía".

   En su opinión, "debemos concebir el sistema fonatorio como un verdadero sistema elástico, en el que no haya ninguna tensión innecesaria que dificulte su funcionamiento. Para ello resulta crucial entrenarse en la consulta del logoped, ya que las cuerdas vocales pueden lesionarse con relativa facilidad".

   Según la experta, un golpe producido en un traumatismo vocal (grito, tos, carraspeo) con las cuerdas vocales muy rígidas, un uso excesivo y sin descanso, un sobreesfuerzo (hablar con ruido de fondo), el rozamiento anormal por cierre incompleto de las cuerdas vocales o una anormalidad congénita pueden dañar las cuerdas vocales; como también les perjudican el consumo de tabaco, que afecta a la mucosa que recubre la faringe, y las inflamaciones e infecciones crónicas del aparato respiratorio.