La dieta rica en aceite de oliva reduce el estrés oxidativo

El aceite de oliva
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Publicado: miércoles, 19 septiembre 2018 13:57

CÓRDOBA, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomedica de Córdoba (Imibic), del Hospital Universitario Reina Sofía de la capital cordobesa y de la Universidad de Córdoba (UCO) han demostrado que el consumo de una dieta rica en grasas monoinsaturadas, como el aceite de oliva, reduce la inflamación y el estrés oxidativo, ya que mejora los factores de riesgo del síndrome metabólico.

Según ha informado el Imibic, este trabajo de investigación, publicado en la revista 'Molecular Nutrition and Food Research' y liderado por los doctores José López, subdirector científico de Investigación Clínica en el Imibic, director de la Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna del Reina Sodía y Catedrático de la UCO, y Elena Yubero, incide en que la ingesta de una dieta inadecuada, debido a la composición de su contenido graso, como es el caso de dietas ricas en grasas saturadas, contribuye al desarrollo de sobrepeso, obesidad y síndrome metabólico, preludio de la diabetes y de la enfermedad cardiovascular.

El estudio respalda el consumo de una dieta rica en grasa monoinsaturada, como es la dieta mediterránea, rica en aceite de oliva, y en la mejora de los factores de riesgo del síndrome metabólico, disminuyendo los niveles de ciertos compuestos tóxicos y oxidantes que se generan en los alimentos que consumimos y en el interior de nuestro organismo.

En este sentido, el consumo de este tipo de grasas reduce los niveles de los productos finales de glicación avanzada (AGEs), compuestos altamente tóxicos y oxidantes que se generan en el interior de nuestro organismo, como parte del metabolismo normal, y que aumentan progresivamente durante el envejecimiento y en condiciones patológicas, como en la diabetes y la obesidad.

Los AGE, además, se ingieren a través de la dieta, ya que se forman en los alimentos que consumimos dependiendo del método de cocinado, aumentando así la cantidad total de estos productos en nuestro organismo.

Diversas pruebas indican que, además, los AGE están implicados en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer o la demencia, o incluso en el proceso de envejecimiento. Estos hallazgos respaldarían el uso de nuevas terapias dietéticas específicas y personalizadas, para mejorar los factores de riesgo del síndrome metabólico.