El consumo de leche en España se ha reducido un 23% en los últimos diez años

Leche, niño obeso, desayuno
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Publicado: martes, 3 julio 2018 11:35

MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El profesor Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT), ha señalado que en los últimos diez años el consumo de leche en España se ha reducido en un 23 por ciento, mientras que "el consumo idóneo de leche y derivados está en dos o tres raciones diarias".

Así lo ha apuntado Gil durante su ponencia en el XVII Congreso de la Sociedad Española de Nutrición y de la X Jornada de la Asociación Catalana de Ciencias de la Alimentación, en el que también han participado la doctora Carmen Vidal, presidenta del Comité Organizador del Congreso; y el doctor Guillermo Álvarez Calatayud, presidente de la Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP), quienes han detallado los avances en materia de intolerancia a la histamina, la relación entre edulcorantes y microbiota, y los beneficios y nuevas líneas de investigación de los probióticos y prebióticos, respectivamente.

En su intervención, Gil ha hecho referencia a los "falsos mitos" que en materia alimentaria tienen "consecuencias claras". Así, ha lamentado la bajada en el consumo de leche en España, una situación que, en su opinión, ha redundado, entre otras cosas, "en el aumento de talla, del mismo modo que también incide en la mineralización ósea".

Ante esta situación, el catedrático insta a intentar reducir la ingesta de azúcares, de grasa o de sal. "Pero eso no significa que no las tengamos que tomar. Como siempre, debemos consumir los alimentos con moderación", ha recordado el experto, reiterando que el sodio es "fundamental" para la vida, "como el azúcar siempre y cuando no suponga más del 10 por ciento del aporte de energía, que es lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, el profesor Ángel Gil ha subrayado las diferencias entre edulcorantes naturales y sintéticos. "En edulcorantes sintéticos como sacarina se han descrito efectos adversos sobre la microbiota, tanto en animales como en humanos, pero siempre que se consuma en cantidades muy elevadas, cosa que en la práctica casi nunca se produce. Si así fuera, pudiera incidir en el aumento, por ejemplo, de la glucemia. En el caso de los edulcorantes naturales el único que produce cambios ligeros, y no adversos, sobre la microbiota, es la stevia", ha explicado el experto.

APLICACIONES DE PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS

Por otra parte, el doctor Álvarez Calatayud ha defendido las posibles aplicaciones clínicas que tienen los probióticos y los prebióticos. "Los alimentos con probióticos siempre contienen bacterias vivas y su ejemplo más representativo son los productos lácteos fermentados. Por su parte, los prebióticos son ingredientes alimenticios con la capacidad de estimular nuestra microbiota intestinal, funcionan como la fibra dietética y están sobre todo en frutas, verduras y legumbres", ha detallado.

Para el doctor, ambos son recomendables para una dieta saludable, puesto que equilibran la microbiota y evitan estados de disbiosis (o desequilibrio de la flora intestinal), que "pueden producir diversas enfermedades". En la actualidad, se ha involucrado la alteración de la flora intestinal con más de cien enfermedades", ha resaltado.

Según los profesionales, el empleo de probióticos y prebióticos está "muy asentado" en la patología digestiva, sobre todo en los procesos relacionados con las diarreas, aunque cada vez se va extendiendo a otros órganos y sistemas. "Las investigaciones actuales se centran sobre todo en su papel en la obesidad y la prevención del síndrome metabólico, pero también en aquellas patologías relacionadas con el sistema nervioso y los trastornos del comportamiento, como autismo, depresión, ansiedad o Alzheimer", ha añadido el doctor.

En cualquier caso, según el experto, hay que ser "cautos" ya que muchos de los estudios, "aunque parecen prometedores", están en fase de investigación. "De momento no existe el probiótico ideal para adelgazar, aunque sabemos que la microbiota intestinal juega un papel muy importante en su desarrollo. Lo mismo ocurre con el autismo. Hablando de población sana, seguramente las poblaciones más vulnerables y que quizás se podrían beneficiar de su empleo serían la primera infancia (desde la gestación hasta los dos años) y las personas de la tercera edad", ha concluido Álvarez Calatayud.