Embarazada, embarazo
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Actualizado: martes, 14 febrero 2017 17:11

NUEVA YORK, 14 Feb. (Reuters/EP) -

Investigadores de la Oregon Health and Science University en Portland (Estados Unidos) aseguran que el ejercicio físico durante el embarazo puede ser una forma eficaz de conseguir que las mujeres con obesidad reduzcan su riesgo de diabetes, hipertensión u otras complicaciones, según un estudio presentados durante la reunión de la Sociedad de Medicina Materno-Fetal celebrada en San Diego (Estados Unidos),

"Una intervención prenatal basada en el ejercicio puede lograr una disminución del gasto sanitario y conseguir mejores resultados en salud", ha destacado Leah Savitsky, autora de la investigación cuyos resultados se han presentado durante una reunión de la Sociedad de Medicina Materno-Fetal celebrada en San Diego (Estados Unidos).

En su trabajo, Savitsky y su equipo analizaron estudios previos sobre el efecto del ejercicio en mujeres embarazadas que presentaban un índice de masa corporal (IMC) de más de 30 y aplicaron un modelo matemático para estimar los beneficios de haber comenzado a practicar ejercicio desde el comienzo del embarazo.

Así, por cada millón de mujeres habría 38.176 casos de preeclampsia causada por una elevada presión arterial durante el embarazo en mujeres que hacían ejercicio, en comparación con unos 113.000 casos en aquellas más sedentarias.

De igual modo, el ejercicio también podía vincularse con una disminución de la llamada diabetes gestacional, con una tasa de 195.520 por millón entre las deportistas frente a las 305.500 por millón entre las sedentarias.

Y estimaron que por cada millón de mujeres obesas embarazadas la tasa de nacimientos prematuros bajaría de 105.059 a 90.923 con el ejercicio, mientras que la tasa de mortalidad materna bajaría de 90 a 70 y la tasa de mortalidad neonatal bajaría de 1.932 a 1.795.

Los autores del estudio admiten que los beneficios podrían ser incluso mayores a los que marca su estimación, ya que no tuvieron en cuenta otras potenciales ventajas del ejercicio para la hipertensión o la diabetes.

Además, las mujeres que no son obesas también podrían beneficiarse ya que, al aplicar su modelo a mujeres con un IMC normal de entre 18,5 y 24,9, observaron una mejoría similar a la obtenida en su trabajo.

Un ensayo que se extrajo del estudio examinó a 765 mujeres asignadas al azar a realizar ejercicios periódicos durante el embarazo o incluirse en un grupo control, y demostró que "las mujeres que no hacen nada tienen el triple de probabilidades de desarrollar hipertensión, 1,5 más riesgo de ganar más peso y 2,5 más riesgo de dar a luz a un bebé con mucho peso", ha añadido Michelle Mottola, de la Western University en Ontario, Canadá, que participó en el ensayo aleatorio.

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