Copa menstrual y esponjas marinas, ¿son seguras?

Copa menstrual
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Actualizado: viernes, 2 febrero 2018 8:56

   MADRID, 2 Feb. (EDIZIONES) -

    En los últimos años el uso de las copas menstruales y de las esponjas marinas como medidas de higiene en la menstruación ha pasado de convertirse en una moda a una alternativa para la recogida del sangrado durante los días de más regla. No obstante, aún sobre ellas existen muchas dudas, la principal es hasta qué punto son la mejor opción y si son seguras para la mujer.

   Ante todo, lo que sí que está claro es que no perjudican al medio ambiente, como quizá sí lo hacen los tampones, salvaslips o compresas; los elementos más utilizados por las mujeres durante el periodo. De hecho, desde Ecologistas en Acción recuerdan cómo las primeras compresas llegaron a España de la mano de las revistas del corazón allá por los 60, mientras que los anuncios de tampones empezaron a aparecer en los noventa.

   "A una media de 17 unidades sanitarias por menstruación, durante 38 años de promedio, resulta que una sola mujer usa 7.752 compresas y tampones en su vida. Este hecho no sólo genera toneladas de residuos, también asegura miles de millones de dólares a las multinacionales", advierte.

   Así las cosas, en una entrevista con Infosalus, la doctora Gema García Gálvez, responsable de la Unidad suelo pélvico del Hospital Universitario Quironsalud Madrid, destaca que, pese al uso popular de compresas y tampones, "no hay lugar a dudas de que la copa menstrual es la opción más saludable, ecológica y económica como producto de higiene íntima".

   A su juicio, "inseguro o menos saludable por supuesto es un tampón donde los productos clorados empleados para su blanqueamiento suponen una absorción de elementos tóxicos en la sangre".

   Además, el uso del tampón suele estar asociado al síndrome de shock tóxico (SST), una enfermedad poco común pero que sí puede ser peligrosa. En este sentido, desde la Agrupación Ginecológica Española explican que éste puede estar causado por dos tipos de bacterias, y entre sus principales síntomas se incluyen: malestar general, confusión, dolor de cabeza, diarrea, fiebre, naúseas y vómitos, o erupción cutánea. Asimismo, advierte de que si el síndrome se agrava puede provocar una insuficiencia renal, cardiaca o hepática, e incluso conducir a la muerte.

   "Los expertos señalan que, en el caso del uso de tampones, la capacidad de absorción de estos y su colocación en el interior de la vagina, que permite una mayor concentración de oxígeno en la zona, favorece la producción de las toxinas. Por eso, recomiendan no mantener el tampón puesto durante más de 8 horas; cambiarlo con frecuencia; adecuar la cantidad de sangrado al nivel de absorción, evitando el uso de tampones altamente absorbentes; y recurrir a otros métodos de absorción, como las compresas", sostiene.

CARACTERÍSTICAS DE LAS COPAS MENSTRUALES

   Por su parte, la doctora Esther Pérez, adjunta del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro (Madrid), destaca a Infosalus que "todos los métodos son igual de válidos", si bien considera que la copa menstrual, "si a nivel de usuaria te llevas bien con ella y te resulta útil y práctica" es un buen método, aparte de ser "el más ecológico".

   Según sostiene, las copas menstruales están hechas de silicona o látex, por lo que no tienen un efecto negativo sobre la flora vaginal. Aquí recuerda que hay de dos tipos distintos, unas para antes de quedarse embarazada y otras para después de ser mamá.

   "Sus normas de higiene básica son iguales a las de los tampones. Además, conviene esterilizarlas al acabar la menstruación y cambiarlas normalmente. Es muy segura. No aumenta el riesgo de infecciones, ya que la sangre no se queda retenida. Representa una barrera para que no salga la regla. Pero se recoge en una copa que después se desecha su contenido. Te sorprende porque con ella te das cuenta de que sangras menos de lo que piensas", subraya la doctora Pérez.

   Mientras, la Agrupación Ginecológica Española sostiene que al tener forma de copa y ser flexibles, su colocación dentro de la vagina es bastante fácil. "Una vez doblada se introduce en la vagina, donde se expande y se adhiere a las paredes vaginales para retener el flujo menstrual. Pasadas unas 4-8 horas, la copa debe extraerse y desechar el flujo menstrual para poder ser colocada nuevamente una vez lavada con agua tibia. Es recomendable no usar jabón para no dañar el material con el que está hecha. Entre cada período menstrual se recomienda volver a desinfectarla. Antes de usar la copa menstrual por primera vez es recomendable esterilizarla introduciéndola en agua hirviendo durante 5 minutos", advierten.

   Desde Intimia recuerdan además que los tampones tardan en biodegradarse seis meses y los aplicadores de plástico tardan cientos de años en hacerlo. A su vez, sostienen que las compresas, hechas en 90% de material plástico, tardan 300 años en desaparecer. "Con una copa menstrual se reduce la compra de productos para el periodo a una vez al año y se ahorra una media del 75% de lo que se suele gastar en el cuidado del periodo", sostienen.

EL USO DE ESPONJAS MARINAS PARA LA REGLA

   Otro de los últimos métodos en cuanto a higiene menstrual se refiere son las esponjas de mar. "Cada vez se está haciendo más uso de ellas, si bien las mujeres de hace miles de años encontraron en ellas esta utilidad. Cuando están secas muestran un aspecto áspero y duro, y cuando se humedecen se vuelven más suaves y flexibles. A esto se le suma su gran capacidad de absorción", señalan.

   A su vez, sostienen que su forma de colocación es muy sencilla, ya que se humedece y se introduce en la vagina, y pasadas entre 3 y 8 horas se extrae para lavarla con agua tibia y ponerla de nuevo. "Existe también una versión sintética que es desechable. Entre sus ventajas está que son antialérgicas, económicas, respetuosas con el medio ambiente, no dejan residuos, y permiten mantener relaciones sexuales con ellas puestas", asegura.