¿Puedo tomarme un fármaco con el estómago vacío?

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EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 23 agosto 2016 14:40

VALENCIA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Como norma general, "lo más adecuado es administrar el fármaco con el estómago vacío, acompañado de un volumen suficiente de agua", afirma Lourdes Serrano, vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Valencia (Micof), que acaba de publicar recomendaciones para conocer las posibles interacciones que se puedan producir entre alimentos y fármacos ingeridos por vía oral.

"De este modo, no permanece mucho tiempo en el estómago y su absorción a nivel del intestino se produce con mayor rapidez. Sin embargo, en ocasiones, es necesario que se administren medicamentos con los alimentos para evitar efectos irritantes sobre el tracto gastrointestinal" como náuseas o vómitos.

En este sentido, debe tenerse en cuenta que algunos fármacos pueden modificar la utilización normal de los nutrientes y producir un déficit de vitaminas o minerales y, por otra parte, los alimentos pueden, a su vez, modificar la respuesta farmacológica, provocando que la respuesta al tratamiento sea diferente a la que cabría esperar con una dosis dada.

"Existen fármacos con los que se corren más riesgos si se da una interacción con la dieta como aquellos con un margen terapéutico estrecho y, también, con fármacos que deben mantener una concentración plasmática sostenida para ser eficaces, como los antibióticos", ha señalado la vocal.

Por ello, insiste en que antes de tomar un medicamento es "fundamental leer el prospecto detenidamente para conocer la medicación, para qué es y cómo debe administrarse en relación con las comidas". En el caso de que en el prospecto no se especifique bien o existan dudas, es "conveniente acudir a la farmacia más próxima para que el farmacéutico indique la forma más adecuada de administrar el medicamento".

POBLACIÓN DE RIESGO

Desde el Micof señalan que hay que prestar "especial atención" a los grupos de población "más vulnerables" como los niños, embarazadas y lactantes o personas mayores. Asimismo, deberán también extremar las precauciones aquellos pacientes que hayan introducido un cambio significativo en su alimentación como personas vegetarianas o que siguen dietas de adelgazamiento, ya que pueden experimentar respuestas inesperadas a la terapia farmacológica.

Los enfermos crónicos, las personas que utilizan laxantes o antiácidos habitualmente, o aquellos sometidos a tratamientos con algunos fármacos antidepresivos son, también, más susceptibles a sufrir una interacción entre nutrientes y fármacos.

Entre los medicamentos que se recomienda tomar con las comidas para evitar irritación de la mucosa gástrica, se encuentran los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) que, si se ingieren con el estómago vacío, no se absorben adecuadamente, pierden su efecto y además pueden provocar dolor de estómago, náuseas o vómitos e, incluso, llegar a producir úlceras y, en el peor de los casos, hemorragias digestivas.

Por otra parte, medicamentos como el alendronato, utilizado para tratar y prevenir la osteoporosis, no se absorben cuando se administra con alimentos, y ven reducida su absorción significativamente cuando se toman con café o zumo, por lo que es recomendable ingerirlos en ayunas.

Otro ejemplo, según el Micof, son los suplementos de hierro que, aunque se absorben mejor con el estómago vacío, pueden causar molestias gastrointestinales, en cuyo caso se recomienda tomarlos con una pequeña cantidad de alimento. Además, se ha podido comprobar que este tipo de suplementos ingeridos junto con alimentos o bebidas ricas en vitamina C aumentan su absorción.

Otra de las interacciones más comunes la encontramos con el fármaco Acenocumarol (Sintrom) que, tomado con alimentos ricos en vitamina K como espinacas, brócoli o coles de Bruselas puede provocar una disminución de la eficacia del fármaco.