Los farmacéuticos pueden mejorar la presión arterial y el colesterol en pacientes con accidente cerebrovascular

Farmacia
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Actualizado: miércoles, 16 abril 2014 17:47

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Los pacientes con ictus controlados por un farmacéutico registraron una mejora del 12,5 por ciento en la presión arterial y la lipoproteína de baja densidad (LDL) o niveles de colesterol "malos" en comparación con los gestionados por un grupo de control, según concluye un ensayo clínico publicado en 'Canadian Medical Association Journal'.

   Los pacientes con un ictus o "mini-accidente cerebrovascular" o ataque isquémico transitorio están en alto riesgo de sufrir eventos cardiovasculares adversos. La gestión de la presión arterial alta y el colesterol tras un accidente cerebrovascular es importante, ya que puede reducir sustancialmente el riesgo de un evento negativo, pero muchos pacientes no reciben la atención óptima.

   Cierta evidencia indica que designar "administradores de los casos" podría ayudar a los pacientes a reducir el riesgo. Los investigadores llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorio para determinar si un gestionador farmacéutico podría mejorar los niveles de presión arterial y de colesterol en personas que habían sufrido accidentes cerebrovasculares o miniapoplejías.

   El ensayo incluyó a 279 participantes adultos de Edmonton, en Alberta, Canadá, que recibieron atención de un farmacéutico o una enfermera (grupo control), quienes manejaron el caso durante un periodo de seis meses. Alrededor del 60 por ciento de los participantes tenían 65 años de edad o más y el 58 por ciento eran hombres.

   Tanto las enfermeras como los farmacéuticos aconsejaron a los participantes sobre la dieta, el tabaquismo, el ejercicio y otros factores del estilo de vida, comprobando la presión arterial y los niveles de LDL y proporcionando resúmenes sobre los pacientes a los médicos después de cada visita. Además, los farmacéuticos recetaron medicamentos basados en las pautas canadienses actuales y ajustaron las dosis para conseguir el mejor resultado para cada paciente.

   Al inicio del estudio, ninguno de los participantes tenía niveles de presión arterial o de colesterol que cumplían los objetivos recomendados en las guías clínicas canadienses. A los seis meses, ambos grupos presentaron una mejoría significativa, con una mejora del 30 por ciento en el grupo de control llevado por enfermeras y una mejora del 43 por ciento en los pacientes controlados por los farmacéuticos.

   "La mejoría absoluta del 43 por ciento a los seis meses observada en nuestro grupo farmacéutico administrador de casos se logró a pesar del hecho de que más de las tres cuartas partes de los pacientes ya estaban tomando un antihipertensivo o medicación hipolipemiante al inicio del estudio", resalta Finlay McAlister, de la División de Medicina Interna General y del Centro de Investigación y Coordinación Epidemiológica (Epicore), de la Universidad de Alberta.

   Los farmacéuticos no recibieron entrenamiento adicional pero todos estaban en etapas similares de sus carreras y recibieron los mismos materiales educativos sobre pacientes y pautas de tratamiento. Aunque los enfermos en ambos grupos tuvieron una reducción similar en la presión arterial, los del grupo farmacéutico registraron mayores mejoras en los niveles del colesterol LDL (51 por ciento) en comparación con el 34 por ciento en el grupo dirigido por enfermeras.

   Los investigadores subrayan que los controladores farmacéuticos de casos de ictus ajustan activamente la medicación para lograr los resultados deseados y sugieren que esto ha contribuido al efecto beneficioso. "Creemos que ambos enfoques son muy prometedores, no sólo para los pacientes con un accidente cerebrovascular o un ataque isquémico transitorio, sino también para todos los pacientes con o en alto riesgo de enfermedad vascular", concluyen los autores.