Chica rubia con melena larga
Foto: GETTY/VALUA VITALY
Actualizado: martes, 7 octubre 2014 0:04

MADRID, 25 Feb. (Infosalus/EP) -

   El encrespamiento y la falta de luminosidad convierten al pelo en objeto de múltiples tratamientos cosméticos que en ocasiones no consiguen los efectos esperados. Cuando la salud capilar va más allá de una cuestión de imagen es momento de buscar respuestas a la pregunta ¿qué hay detrás de la falta de vitalidad del cabello?

   Según explica a Infosalus Cristina Serrano, dermatóloga y miembro del Grupo de Tricología de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), los problemas del cabello tienen múltiples orígenes: trastornos congénitos de nacimiento, desequilibrios hormonales, carencias nutricionales o alteraciones cosméticas.

   Los cambios hormonales son los culpables por ejemplo de la belleza del cabello durante el embarazo y su caída en los meses siguientes al parto. Además, cuando existen trastornos hormonales subyacentes el pelo puede perder vitalidad o incluso caerse en mayor medida.

   Las carencias nutricionales en vitaminas, oligoelementos y minerales que forman la estructura capilar afectan a cómo nos luce el pelo. En este sentido, la biotina, el zinc, las proteínas y el hierro son los elementos más importantes para la salud del cabello. Así, los déficits en hierro o en proteínas se encuentran entre las causas más comunes de caída del cabello.

   Por último, no hay que olvidar que las alteraciones cosméticas pueden participar en el aspecto apagado del cabello. El sol, champús no adecuados y las planchas y secadores se cuentan entre los principales agresores del pelo.

Mitos y realidades sobre el cuidado capilar

   La doctora Serrano ayuda a Infosalus a aclarar algunos de los mitos sobre el cuidado del cabello, a ser conscientes de cómo propiciamos su caída y a descubrir cómo frenar su deterioro para disfrutar de un pelo de película.

1. Frecuencia de lavados: lavar el pelo todos los días no es malo ni existe una frecuencia de lavado más óptima, hay que lavar el pelo cada vez que sea necesario según sus características. Si recibe unos cuidados determinados por el dermatólogo, el tratamiento fijará la frecuencia en los lavados según la patología a tratar.

2. Se recomienda utilizar un champú de uso frecuente: el objetivo primordial de un champú es que lave y limpie el cabello. Se deben utilizar aquellos champús suaves para uso frecuente que permitan los lavados diarios sin alterar las condiciones naturales del cabello.

3. Champús y acondicionadores de tratamiento: si se utilizan productos de tratamiento, éstos deben permanecer puestos entre 5 y 10 minutos y eliminarse después con el lavado. Si el champú además de limpiar tiene como objetivo acondicionar el tallo piloso, es conveniente que según sea el efecto que se pretenda conseguir también esté el tiempo suficiente sobre el cabello.

4. El pelo no crece más o menos según las fases lunares: el pelo crece de media un centímetro al mes y tiene un ciclo de desarrollo que comprende tres fases: crecimiento (3 años), reposo (3 semanas) y caída (3 meses).

5. La genética determina las características del cabello: a pesar de los tratamientos capilares que se sigan no se puede cambiar el número de cabellos que poseemos ni el grosor que éstos tienen. Estas son características heredadas de los progenitores y fruto de la recombinación genética.

6. Las dietas bajas en proteínas promueven la caída: las proteínas son parte importante de la estructura del cabello, así, en este tipo de dietas que las reducen el cabello pasa de una fase de crecimiento a una de caída. Por regla general, si se ha seguido una dieta hipoproteica a los dos o tres meses comienza a caerse el cabello durante un periodo similar de tiempo, entre dos o tres meses también, hasta que el cabello se recupera y vuelve a su fase de crecimiento.

7. Hay que acudir al dermatólogo: a pesar de la profusión publicitaria sobre productos cosméticos de tratamiento o las recomendaciones del profesional de la peluquería, siempre que exista caída del cabello hay que acudir al dermatólogo cuanto antes. La mayoría de alopecias son tratables pero el pelo perdido en gran parte de los casos no se recupera, de ahí la necesidad de un tratamiento precoz.

8. El fenómeno del cabello burbuja rompe el pelo desde dentro: cuando con el pelo mojado se emplean planchas o secadores que se 'pegan' al pelo para secarlo y conseguir el efecto moldeador deseado, se produce lo que se denomina pelo burbuja. En el interior del cabello se produce entonces una burbuja que rompe su estructura. Cuando esto sucede de forma continua se debilita la salud capilar y con ello se pierden el brillo y la vitalidad del pelo. La forma correcta de emplear el secador es utilizarlo a cierta distancia del cabello para evitar en la medida de lo posible sus efectos indeseables.

9. Los moldeadores mejor transitorios: los moldeadores permanentes rompen la estructura capilar y de alguna forma eliminan la vida y capacidad de transformación del cabello. Es mejor optar por alisar o rizar el pelo de forma transitoria y tras el lavado permitir que éste retome su naturaleza o estructura habitual.