Cuándo plantearse una operación de reducción de mamas

PECHO
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Actualizado: sábado, 23 septiembre 2017 10:16

MADRID, 23 Sep. (EDIZIONES) -

La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes. Además puede reducir el tamaño de la areola., según explica la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE).

Está fundamentalmente dirigida a las mujeres con mamas grandes, que pueden presentar algunos problemas debidos a este exceso de peso, como el dolor de espalda y de cuello, irritaciones de la piel debajo de la mama y problemas respiratorios. "La finalidad de la mamoplastia de reducción es proporcionar a la mujer unos pechos más pequeños y con una forma más proporcional al resto de su cuerpo para reducir esos problemas", agrega.

En este sentido, el cirujano plástico Federico Pérez de la Romana, responsable del Instituto Pérez de la Romana de Cirugía Plástica y Estética en Alicante, explica en una entrevista con Infosalus que una mama suele pesar en torno a un kilo y algo. La reducción de la misma, según precisa, se basará en la estatura y en las proporciones de la paciente. "Se individualiza cada caso en función de sus características", agrega.

La edad a partir de la cual se puede empezar a operar es después del desarrollo corporal, que dependerá de cada persona. Se produce en torno a los 18 años. Para cerciorarse de ello se mide a través de una radiografía de la mano y se comprueba que el desarrollo óseo está completado. Aproximadamente se produce a los 18 años. "No antes de esta edad se recomienda la operación porque podrían experimentar un crecimiento de las mamas. Por eso importa que se finalice el desarrollo corporal", apostilla.

Sobre la candidata perfecta para una mamoplastia de reducción, Pérez de la Romana apunta a gigantomastias en chicas muy jóvenes que, a diferencia de sus compañeras, experimentan un gran crecimiento de sus mamas y les acompleja y les lleva muchas veces a operarse. "Aunque también hay mujeres que deciden operarse al presentar dolores de espalda, o peso excesivo. Se quita una media de un kilo o dos en cada mama, y con ellos suelen desaparecer los problemas", agrega.

Igualmente, otras candidatas perfectas suelen ser las personas mayores, ya que con el tiempo han presentado un desarrollo mamario grande que les incomoda, tras los embarazos y las lactancias suele aumentar el volumen y cuanto más mayor se es menos desarrollados los músculos de la espalda están, por lo que hay dolores de cervicales más intensos y frecuentes.

NO SE PIERDE LA CAPACIDAD DE LACTANCIA

Pérez de la Romana destaca que las chicas jóvenes que se someten a una mamoplastia de reducción no pierden la capacidad de lactancia ni tampoco la sensibilidad. Igualmente precisa que las reducciones de mama se hacen especialmente en mujeres, pero también en hombres que han tenido un gran desarrollo mamario o ginecomastia o hipertrofia en el desarrollo de la glándula mamaria de los hombres. Se están haciendo ahora también en los cambios sexuales al masculinizar el tórax de una mujer.

La reducción mamaria sólo está incluida en las prestaciones de la Seguridad Social en casos extremos, en los procesos conocidos como 'gigantomastia'. La SECPRE recomienda informar al especialista de si es fumadora o se toma alguna medicación o vitamina, del número de embarazos previos y de si se piensa volver a quedarse embarazada o dar de mamar.

La cirugía de reducción mamaria se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital y suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente en el caso del aumento mamario y la mastopexia, y a los 2 ó 3 días en el caso de la reducción. Concretamente, la cirugía se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido durante la operación.

La operación suele durar entre 2 y 4 horas. Existen diversas técnicas, pero generalmente las incisiones tienen forma de ancla colocándose alrededor de la areola, en una línea vertical hacia abajo desde la areola y en una línea horizontal en el surco que hay debajo del la mama. A través de estas incisiones se extirpa el exceso de piel, de grasa y de tejido mamario y se recoloca la areola y el pezón en su nueva posición; en algunos casos se puede asociar liposucción.

"Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por su cirujano plástico, aunque las mamas pueden doler un par de semanas. La primera menstruación tras una reducción puede hacer que las mamas se hinchen y duelan. El vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un sujetador especial, que deberá llevar de la manera que le indique su cirujano. Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas", agrega la SECPRE.

Tras la reducción, el especialista del Instituto Pérez de la Romana de Cirugía Plástica y Estética indica, puede ser normal tener una disminución de sensación en los pezones; una situación que es generalmente temporal, excepto en algunas reducciones que puede ser definitiva. "Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días; el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas", precisa a la vez que asegura que tras una reducción mamaria se podrá volver al trabajo en 2 ó 3 semanas, aunque en pocos días se podrá hacer vida casi normal.

"Debe limitar las actividades físicas fuertes durante unas semanas, hasta que se recupere de la operación. Durante 1 ó 2 semanas es conveniente evitar las relaciones sexuales para que no se inflamen las incisiones; durante 3 ó 4 semanas evite el contacto físico intenso de las mamas. Es normal que aparezcan pequeñas costras o un poco de líquido a través de las incisiones. Su cirujano plástico le irá viendo durante los meses siguientes a la cirugía para ver la evolución. Si tuviese alguna molestia entre visitas o alguna duda sobre lo que debe o no hacer, no dude en llamarle", añade la Sociedad Española de Cirugía Plástica.

RIESGOS DE LA MAMOPLASTIA

Finalmente, destaca que la cirugía de reducción de las mamas es una técnica "segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico cualificado". Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados. Además, recuerda que esta cirugía deja cicatrices permanentes y visibles, aunque disimulables bajo el sujetador o el bikini. "Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadores. Algunos pacientes pueden experimentar una disminución parcial, y en ocasiones, total de la sensibilidad del pezón", advierte.

A su vez, indica que es frecuente que existan cardenales y cierta hinchazón en el período postoperatorio. "En algunos casos puede haber una reducción o pérdida de sensibilidad en una o ambas areolas, que habitualmente se recupera con el paso del tiempo. Es muy rara la lesión parcial o total de la areola o pezón. Las cicatrices resultantes de esta cirugía pueden en ocasiones hacerse abultadas o anchas, siendo conveniente, en estos casos, realizar un ajuste y escisión de la cicatriz, con anestesia local, a partir de los 6 meses", añade.